UMBRAL, antes lumbral, y en la Edad Media limbrar y limnar, procedente del lat. LզMէNARIS, derivado de LզMEN ‘umbral’; de LIMINARIS salió regularmente limbrar, alterado en lumbral, en parte por influjo de LUMEN (cast. ant. lumbre ‘luz’); la l inicial desapareció por confusión con el artículo.
1.ª doc.: limnar, 2.ª mitad S. X, Glosas Silenses; limbrar, fin S. XIII, Vidal Mayor;; lumbral, Nebr.; unbral, h. 1400, glos. de Toledo, APal. 477b, y ya en el Lucano de Alfonso X, (Almazán).
Formas afines en otros idiomas: port. limiar y lumiar, gall. lumiar y lumial (Vall.); del plural LIMINARIA sale el gall. lumieira ‘dintel, piedra superior en las puertas’ (Sarm. CaG. 109r); sardo liminare, con variante luminai (vid. Steiger), y con la misma deglutinación del artículo que tenemos en cast. hay el bereb. amnar ‘umbral’ (frente a amer ‘dintel’, de LIMITARIS: Schuchardt, Roman. Lehnw. im Berb., 64); con otro sufijo, Orense lumieira (Cuad. Est. Gall. III, 428). El primitivo LզMEN se conservó en la forma (l)im o limni en varias hablas réticas y alpino-lombardas, con variante lümmi (Steiger); la misma labialización presenta el alent. alumiada ‘henil’, ‘pajar’ (REW 5047). El mismo origen podría tener el venez. lumbre ‘madero que se atraviesa en la parte de arriba del hueco de la puerta o ventana’ (Rivodó, Voces Nuevas, p. 253), aunque dada su fecha moderna es más probable que sea derivado regresivo de lumbral.
La etimología es hoy problema resuelto sin duda posible: la idea de Baist (ZRPh. VII, 124) de partir de LȢMէNARE ‘luminar, lámpara’ ‘ventana, tragaluz’, no encontraría hoy defensores, aunque todavía la aceptara M-L., REW, 1.ª edición, 5162 (suprimido en la 3.ª ed.). Atinadamente observó Steiger (BRAE X, 49-51) que el étimo es LզMէNARE, derivado de LIMEN, o más bien y más precisamente el adjetivo LIMINARIS ‘perteneciente al umbral’, ya documentado en San Agustín y en Vitruvio, y luego sustantivado. Opinaba Steiger que el cambio de *limbral en lumbral fué de naturaleza meramente fonética, alegando que algo parecido ocurre con el oc. lumdar, aran, lumendà ‘umbral’, procedentes de LIMITARIS ‘perteneciente al límite’, y citando otros casos leoneses y galorromances del cambio de i en u ante m y otras labiales. Hay que notar, sin embargo, que los ejs. occitanos y franceses no son comparables, pues ahí se trata de ü y el paso de i a ü es mucho más fácil que de i a u; los leoneses en parte tampoco son rigurosamente comparables, pues entre FERMENTUM y furmiento hay que suponer un intermedio *formiento, y quizá también entre invierno y unviernu hubo envierno, *onvierno: ahora bien, el paso de e a o ante labial sí es hecho muy frecuente, pero es forzoso reconocer que un cambio directo de i a la labiovelar pura u es muy raro. Sólo se me ocurre citar el it. y alav. lumaca y el ast. lumiaco, procedentes de LզMAX (y quizá el leon. prumeru), pero no se olvide que el leon. y el port. son lenguajes de vocalismo átono muy lábil e impreciso. Ahora bien, el caso de lumaca, como el de lumdar y el de lumbral son sospechosos por poder explicarse mediante el influjo de LȢMEN. Y es el caso que Cuervo (Ap. § 818) y C. Michaëlis (Misc. Caix-Canello, 159-61), si bien admitiendo ya el étimo LIMINARIS, llamaron la atención hacia una serie de datos que indican la existencia de un influjo de LUMEN sobre LIMINARIS, o, lo que es lo mismo, un influjo del cast. ant. lumbre ‘luz’, o del lat. LUMINARE ‘luminar’, ‘ventana’, influjo tanto más fácil cuanto que las ventanas también tienen umbrales, y por los umbrales entra la luz. En efecto, lumen por limen se encuentra en varias fuentes bajo-latinas, entre ellas un antiguo texto de Gerona. En conclusión, sin negar que el influjo de la labial m sobre la i pudo actuar de causa concomitante, parece seguro que el cambio fuese debido ante todo a la acción de LUMEN y de sus derivados y descendientes romances.
DERIV.
Umbralado; umbralar.
Sublime [‘elevato, alto’ 1444, J. de Mena, Lab., 256c; no Nebr. ni C. de las Casas, pero sí Covarr. y varios ejs. del S. XVII en Aut., donde se define «grande, excelso, glorioso, eminente o alto», pero el sentido moderno no quedó bien precisado hasta el S. XVIII, con las meditaciones estéticas sobre lo bello y lo sublime], tomado del lat. sublīmis ‘muy alto, elevado’; aunque no es seguro si la relación existente con el lat. limen es directa (‘lo que llega casi hasta el umbral’) o sólo indirecta; sublimidad [1596, Oña (C. C. Smith, BHisp. LXI)]; sublimar ‘levantar a lo alto’ [Mena, Lab., 159b, de donde pasa a la Celestina (en el «Argumento»), al Quijote (I, xlvi) y a C. de las Casas; 1638, M. de Silveira, Aut.; ejs. de Boscán, Garcilaso y Aldana en C. C. Smith, BHisp. LXI, 269]; sublimado en la ac. química [S. XVI, Aut.] es innovación del bajo latín alquímico, ya documentada en fr. en 1314 (Bloch); hay antiguo duplicado solimán [1495, Nebr.; eds. de 1498 y 1500 del Arcipr. de Talavera; Quevedo, Aut.] que parece ser alteración de solimád [1438, Arc. de Talavera, Corbacho, ed. Simpson, pp. 137 y 176 = Pz. Pastor, pp. 130 (donde solimao es errata) y 165], variante de origen mozárabe (o catalán, contra lo cual se alega la falta de documentación antigua en el Principado y el hecho de que hoy esta forma allí es sobre todo val. y mall.)3; del mozárabe pasaría al árabe vulgar, donde está registrado en España (xulimán PAlc.) y hoy en Marruecos, Argelia y, alterado en sulaȳmānî, en Túnez, Egipto, Palestina y el Líbano (no está claro si el brebaje así llamado por el Idrisí, S. XII, tenía realmente algo que ver con el solimán; vid. Simonet, 606-7; Dozy, Suppl. I, 678b; Gloss., 340; Steiger, Contrib., 74-75, donde queda más documentación); sublimación [S. XVI, Aut.]; sublimatorio [ibid.].
1 Aparece la misma forma en el glosario de Berganza; quizá procedente de una de estas dos fuentes: creo recordar que hay algún otro caso en que Berganza da muestras de haber conocido las Glosas de Silos.― ↩
2 Confusión consistente por lo común en dar a dintel el sentido del otro. Por otra parte, dice Aut. que umbral se llama entre arquitectos «el palo gruesso o viga que se atraviessan en el hueco de la pared por la parte de arriba, para assegurar la puerta o ventana», lo cual más bien se parece al sentido de dintel; pero quizá esto no resulte de una confusión, pues aunque el lat. limen es sobre todo el umbral, se aplicó también al dintel.― ↩
3 Convendría, sin embargo, investigar a fondo el asunto teniendo en cuenta: 1.° que solimán figura en el Dicc. Torra (ed. 1650) que refleja el uso del Principado; 2.° el cat. solimany (Mallorca) se emplea también en el Empordán (DAlcM.); 3.° que la variante solimat figura ya en documentos roselloneses medievales y sublimat en los clásicos Bernat Metge y Cauliac; 4.º que soblimar, subl- ‘chamuscar, sollamar’ (variante muy repetida en textos catalanes del S. XV y princ. XVI; «supplimar o socarrar: ustulare; supplimar les perdius ab cendra calenta» 1575, en el gerundense y valenciano On. Pou, The. Pu. 225) podría resultar en parte (cf. lo dicho acerca de ello en LLAMA) de un influjo del término alquímico trascendido a ambientes populares; y 5.°, la vieja tradición alquímica creada en tierra catalana por R. Lulio, Arnau de Vilanova y sus seguidores. Cf. por lo demás el cat. dial. ablamar ‘inflamar, poner incandescente’, por más que éste parezca ser sencillamente aflamar × abrandar. ↩