TÍBAR, del ár. tibr ‘oro’, ‘lingote o pajuela de oro’.
1.ª doc.: Juan de Mena: «El tíbar, que es fino oro en polvo» (proemio del Omero romanzado); h. 1490, Celestina.
En el acróstico de F. de Rojas que precede a la tragicomedia se encuentra como adjetivo, con el valor de ‘hecho de oro puro’: «acordé dorar con oro de lata / lo más fino tíbar que vi con mis ojos» (Cl. C. I, 11.4). Pero esto es poco frecuente. Nebr. y PAlc. sólo traen oro de tíbar, que es lo más conocido; Aut. (s. v. oro) dice que «oro de tíbar es un oro mui acendrado». Es infundada la afirmación de Lz. Tamarid y Covarr. de que Tíbar es un río así llamado donde se cogía este oro: no hay que meter lo itálico en la Península beduina. Dozy, Gloss., 350; Eguílaz, 505.