TURMALINA, del fr. tourmaline, de origen incierto, parece ser palabra de Ceilán, del singalés tōramalli ‘cornalina’.
1.ª doc.: Acad. 1884, no 1843.
Vid. NED, Skeat. El origen no parece haberse estudiado detenidamente (falta Dalgado, Hobson-Jobson, Devic, Lokotsch, etc.). En francés aparece desde 1758, en inglés desde 1759, en neerlandés desde 1778 (pero ya está en un autor alemán de 1707); según Skeat, la turmalina fué traída de Ceilán por los holandeses en 1703. Sólo la Acad. dice que viene del malayo ȶurnamal.