TRISCAR, del gót. THRISKAN ‘trillar’, de donde se pasó a ‘patear’, ‘brincar, retozar’.
1.ª doc.: Berceo.
De sentido análogo es el portugués triscar; el catalán trescar vale ‘corretear’, ‘andar ligeramente’, ‘cruzar trochas y sierras’; en el occitano trescar, fr. ant. treschier e it. trescare predomina la idea de ‘bailar’. En francés procede seguramente del fránc. *THRĔSKAN, en cast. y port. sin duda alguna de su hermano el gót. THRէSKAN; para el it. cabe vacilar entre éste y el longobardo, para el oc. y el cat. entre el fráncico y el gótico (Gamillscheg se decide por aquél: R. G. I, p. 393; RFE XIX, 237), pero el gótico es más probable teniendo en cuenta la pronunciación trȇsca del presente en catalán oriental, trẹsca en lengua de Oc: la diferencia en el vocalismo se explica porque los godos no se afirmaron en el Centro de España hasta fecha posterior al tiempo en que dominaron en Cataluña y Sur de Francia: mientras tanto la է latina ya se había alejado demasiado de la է germánica para que ésta siguiese su evolución, como ocurría al principio. En gótico el vocablo significa ‘trillar’, a. alem. ant. drëskan, alem. dreschen, ags. thërscan, ingl. thresh (o thrash), escand. ant. thryskva; si fuese segura la etimología que relaciona esta voz germánica con ciertas palabras balto-eslavas habría que suponer que el sentido primitivo fué ‘patear ruidosamente’, de donde podrían venir ciertas acs. romances, pero hay otras etimologías posibles (vid. Uhlenbeck, Kluge), y también es posible llegar hasta los sentidos romances partiendo de la idea de ‘trillar’, operación que los viejos germanos practicarían en la forma más primitiva, con pies humanos. En rigor también sería posible admitir que el vocablo pasó al latín vulgar desde el germánico occidental primitivo, y que en cast. y port. fué luego influído por el vocalismo gótico.
DERIV.
Trisca [Alex., arriba; ‘bulla, broma’ G. de Alfarache, Cl. C. III, 144.18, IV, 184.4, 6]. Triscador «fanfarrón o revoltoso» [1609, Juan Hidalgo], ‘retozón’ [G. de Alfarache, Cl. C. V, 41.8].