TRISCAR, del gót. THRISKAN ‘trillar’, de donde se pasó a ‘patear’, ‘brincar, retozar’.

1.ª doc.: Berceo.

Una sola vez en este poeta, ya con el sentido figurado de ‘retozar, travesear’, refiriéndose a la cantiga de escarnio que cantan los veladores judíos del cuerpo de jesucristo (Duelo, 191a): «ellos triscavan, dizién sus truferías». En el Purg. de S. Patricio, S. XIII, parece significar ‘brincar, retozar’: «dixieron los diablos al cavallero: ―En aqueste río es infierno... e nós te echaremos en el río. ―Tomáronle por la mano e començaron a triscar sobre una puente que era sobr’el río» (donde traduce inexactamente a fricare del original: Homen. a M. P. II, 230, 248). El derivado trisca está en el Alex. con el sentido de ‘danza’ o ‘baile retozón, gracioso’: «tiempo dolce e sabroso... / entran en flor las miesses ca son ya espigadas, fazen las dueñas triscas en camisas delgadas: entón casan algunos que pues messan las barbas» (1790d). Falta en Nebr., pero está en Oudin («battre des mains, faire des gestes avec les mains, s’esgayer, jouer» y Aut.: «hacer ruido con los pies o dando patadas», ac. ejemplificada en Ercilla, y «enredar y travessear», de la que da ej. en el moralista clásico Alonso Rodríguez; en otro ej., de Céspedes y Meneses, significa evidentemente ‘hacer burla de alguno’. Covarr. sólo registra el sustantivo trisca «el ruydo que haze con los pies, quando se pisa alguna cosa que se quebrante, como cáscaras de nuezes, avellanas o otras cáscaras, o pedaços de vasos quebrados» (definición algo sospechosa, pues sirve de base a la pretendida etimología onomatopéyica tris). Es palabra afectiva, no empleada con frecuencia en literatura y no generalmente conocida, pero más o menos viva en todas las épocas.

De sentido análogo es el portugués triscar; el catalán trescar vale ‘corretear’, ‘andar ligeramente’, ‘cruzar trochas y sierras’; en el occitano trescar, fr. ant. treschier e it. trescare predomina la idea de ‘bailar’. En francés procede seguramente del fránc. *THRĔSKAN, en cast. y port. sin duda alguna de su hermano el gót. THRէSKAN; para el it. cabe vacilar entre éste y el longobardo, para el oc. y el cat. entre el fráncico y el gótico (Gamillscheg se decide por aquél: R. G. I, p. 393; RFE XIX, 237), pero el gótico es más probable teniendo en cuenta la pronunciación trȇsca del presente en catalán oriental, trsca en lengua de Oc: la diferencia en el vocalismo se explica porque los godos no se afirmaron en el Centro de España hasta fecha posterior al tiempo en que dominaron en Cataluña y Sur de Francia: mientras tanto la է latina ya se había alejado demasiado de la է germánica para que ésta siguiese su evolución, como ocurría al principio. En gótico el vocablo significa ‘trillar’, a. alem. ant. drëskan, alem. dreschen, ags. thërscan, ingl. thresh (o thrash), escand. ant. thryskva; si fuese segura la etimología que relaciona esta voz germánica con ciertas palabras balto-eslavas habría que suponer que el sentido primitivo fué ‘patear ruidosamente’, de donde podrían venir ciertas acs. romances, pero hay otras etimologías posibles (vid. Uhlenbeck, Kluge), y también es posible llegar hasta los sentidos romances partiendo de la idea de ‘trillar’, operación que los viejos germanos practicarían en la forma más primitiva, con pies humanos. En rigor también sería posible admitir que el vocablo pasó al latín vulgar desde el germánico occidental primitivo, y que en cast. y port. fué luego influído por el vocalismo gótico.

DERIV.

Trisca [Alex., arriba; ‘bulla, broma’ G. de Alfarache, Cl. C. III, 144.18, IV, 184.4, 6]. Triscador «fanfarrón o revoltoso» [1609, Juan Hidalgo], ‘retozón’ [G. de Alfarache, Cl. C. V, 41.8].