TORDO, del lat. TŬRDUS íd.

1.ª doc.: h. 1326, Juan Manuel, Libro del Cavallero.

Donde se enumera el tordo prieto junto con otras aves (Rivad. LI, 250b31); también en Juan Ruiz, y de uso general en todas las épocas; conservado en todos los romances de Occidente. El árabe africano (> ár. español) durdûs, durdûš (también terd; Simonet, s. v. dordux) es verosímil que sea préstamo del latín más bien que del romance.

DERIV.

Torda. Tordancha; ant. tordencha [«turdela» Nebr.], con sufijo quizá imitado de cardencha. Tordella [Acad. ya 1817], del lat. TURDLA (comp. querella de QUERLA), REW 8998a; mozár. tordílla ‘tordencha’ (PAlc.). Tordillo [1570, Cristóbal de las Casas; para el uso argentino, Granada, BRAE VIII, 195; Amado Alonso, El Probl. de la L. en Amér., 170; Carrizo, Canc. de Jujuy s. v.; Cuervo, Disq., 1950, 586], así llamado por ser su pelaje semejante al plumaje del tordo; tordillejo.