TOLA, arg., boliv., chil., per., ‘Lepidophyllum triangulare’, parece ser voz aimará.
1.ª doc.: 1869, Tschudi (en Friederici, Am. Wb., 308a).
Es planta y voz muy típica del Norte argentino, San Juan
1, Catamarca
2, Tucumán
3, etc.; en San Juan se emplea también la forma repetida, tan empleada como colectivo en los indigenismos: «la quebrada tenía allí un color verde-negro; estaba cubierta de cebadilla, de tomillos y de
tola-tola, cuyas flores de diferentes matices... producían un espectáculo admirable» (Borcosque,
A través de la Cordillera, p. 60). Según los informantes de Malaret se emplea también en Bolivia
4. En el Norte de Chile, Atacama, designa la
Baccharis Tola o
Baccharis Santelicis; en cuanto a
tola blanca, nombre en Aconcagua de la
Proustia Pyrifolia, planta voluble cuyos troncos se descascaran, chileno común
trola ‘pedazo de corteza de árboles’, etc., es palabra de origen araucano
tholov ‘cosa cóncava como teja o corteza de árbol’ (comp.
chollov ‘ser cóncavo’ Lenz,
Dicc., 743-4), pero la tola de Atacama, Bolivia y Norte argentino es una planta diferente, cuyo nombre desde luego no puede ser idéntico, contra lo que sugiere Lenz, al de la
trola chilena, pues en aquellas zonas septentrionales no hay araucanismos. Según Lafone, en el Perú
tola designa otro arbusto, la
Baccharis Incarum, que como el
Lepidophyllum es bueno para hacer leña. La repartición geográfica del vocablo indica origen quichua o aimará, y Abregú (s. v.
hierba) cita
ttola entre los nombres aimaraes de plantas, de suerte que el vocablo figurará ya en el dicc. aimará de Bertonio (1618). La palabra no está en Lizondo Borda, ni en los dicc. quichuas de Gonz. de Holguín y Lira; Lobato sólo da
tola ‘palo puntiagudo con el que golpean los cogollos de la cabuya’.
DERIV.
Tolar ‘lugar donde abunda la tola’5. Tolilla en Atacama ‘Fabiana denudata’ (Lenz).
1 Rogelio Díaz, Toponimia Geográfica de la Provincia de San Juan, p. 39.― ↩
2 Lafone Quevedo, Tesoro de Catamarqueñismos, s. v.― ↩
3 «Levantando la voz canta el llagto andariego, que entre las ramas olorosas de la tola se esconde», Fausto Burgos, La Prensa de B. A., 15-IX-1940; también ibid. 25-VIII-1940.― ↩
4 Supl., s. v. En cuanto a la afirmación del Dicc. del mismo de que es usual en el Perú, no sé en qué se funda: falta en Arona.― ↩
5 «Verdinegros, tupidos y fragantes tolares», «un tolar, otro tolar, otros y otros en la dilatada puna amurallada de peñas» Fausto Burgos, La Prensa de B. A., 15-IX-1940, 25-VIII-1940. ↩