TIZÓN, del lat. TզTIO, -ĶNIS, íd.
1.ª doc.: Berceo.
DERIV.
Tizona [princ. S. XVII, Aut.], alusivo a Tizón nombre propio de una espada del Cid. Tizonada [Berceo; «ictus titionis» Nebr.]. Tizonazo. Tizoncillo. Tizonear; antes *tizonar, que puede deducirse de tizonador ‘atizador’ en J. Ruiz; este verbo pasó fonéticamente a tiznar [J. Ruiz; APal. 476d; «fuligine inficio» Nebr.], en fecha muy antigua, en virtud de las leyes de la síncopa; tizna [1646, Aut.]; tiznado (nombre de un pelaje de caballo en la Arg.: A. Alonso, Probl. de la L. en Amér., 170); tiznadura; tiznajo [Acad. 1925, no 1843]; tizne [«t. o hollín: fuligo» Nebr.], primitivamente hubo de ser masculino (así en Polo de Medina, Aut.), mas por analogía de otros femeninos en -e cambió de género (así en Quevedo), comp. mugre, pringue, podre, etc.; tiznón; entiznar. Tizonera. De tizón regresivamente se extrajo tizo [Quevedo]. Atizar [Berceo; Cuervo, Dicc. I, 752-3], supone un lat. vg. *ATTզTIAREl> (REW 769), derivado común a todos los romances; atizadero; atizador. Por cruce con tea: gall. atear ‘soplar y encender la lumbre en la cocina’ Sarm. CaG. 206r.
CPT.
Atizacandiles.