TINA, del lat. TզNA ‘especie de botella de vino, de cuello largo, con tapadera’.

1.ª doc.: 1159, Oelschl.

Nebr.: «tina de tintor: cortina». Bien conocida hasta hoy, sobre todo la tina de tintorero y los baños de tina; conservado además en cat., oc., fr., rético y sardo.

DERIV.

Tinaco [Acad. ya 1817]. Tinaja [1235, M. P., D. L., 277.11; J. Ruiz]; hubo variante antigua tenaja («ocho tenallas de tener olio... dos tanallas de tener vino» invent. arag. de 1374, «tanallas... del olio» en otro de 1354, BRAE II, 345, 351, 705; «una de las dichas tenaxas, llena de vinagre» invent. murc. de 1614, BRAE XIII, 496; «descubrió el alguacil una tenaja de aceite, donde halló un hombre vestido» en el Lazarillo de Luna, Rivad. III, 124; Cuervo, Ap.7, p. 562; todavía usual regionalmente en España, Cuervo, Obr. Inéd., p. 46), que debe de ser muy antigua, pues le corresponden el cat. tenalla íd. y el port. talha; quizá debida a una confusión local con el tipo *TENACULAtenaza’ (cat. tenalla, fr. tenaille), comp. en sentido contrario tinazas ‘tenazas’ en la Revelación de un Ermitaño; tinajero murc., portorriq., venez., cub. (Ca., 51); tinajería; tinajón; tinajuela. Tino ‘tina’, ‘lagar’, ‘depósito de piedra’ [Acad. 1925, no 1884]; tinillo [Acad. 1843, no 1817]; duplicado de éste es el ant. tinel [2.º cuarto S. XV, Díaz de Gámez], más tarde tinelo [1517, Torres Naharro] ‘comedor de la servidumbre’ (Terlingen, 321-2), tomado aquél del cat. tinell, éste del it. tinello, ‘especie de bufet donde se pone la vajilla’, ‘comedor’.