TAS, tomado del fr. tas íd., que parece ser la misma palabra que tas ‘montón’, al parecer de origen germánico.

1.ª doc.: Terr.

Con la definición «llaman los plateros a la yunque que usan; el mismo nombre le dan los latoneros, vidrieros y otros oficiales a otra yunque semejante». Lo admitía ya la Acad. en 1817: «especie de vigorneta en que se amartilla la hoja de plata, y sirve también para otros usos». Al castellano pudo llegar directamente o a través del catalán, donde ya está documentado en 1660 (Ag.). De todos modos el punto de partida es el fr. tas, que significa lo mismo, y también «bloc d’acier sur lequel on essaye la sonorité des monnaies frappées»: en estas acs. ya se encuentra el vocablo francés en el S. XIII (Littré), pero es probable que sea lo mismo que el fr. tas ‘montón’ (de donde ‘bloque de acero’, etc.). El origen de tas en este sentido no es enteramente seguro, aunque suele derivarse del germánico (Diez, Wb., 686; Gamillscheg, R. G. I, 194; M-L., REW 8591; Bloch-W.), llegando hasta suponer un fránc. *TAS, cuyo único fundamento son el neerl. med. tass, mod. tas, ingl. med. tass ‘montón (de cereales, etc.)’, hoy conservado en el dialecto de Kent; conviene advertir, sin embargo, que esta palabra inglesa no parece documentarse antes de 1330 (NED) y por lo tanto podría ser galicismo, que el vocablo no reaparece en otros idiomas germánicos, y que la demás parentela que le sospecha Diez es muy dudosa. Pero no corresponde aquí entrar a fondo en este asunto1.

1 Las voces célticas que cita Diez no convienen como étimo, ya que al parecer suponen una base con D-, vid. Stokes-Bezz. 143, MacBain s. v. dais, Thurneysen p. 114; en cambio quizá apoyen el carácter genuino de las palabras germánicas en T-. De todos modos el asunto debiera estudiarse mejor.