TARQUÍN, ‘cieno de las aguas estancadas’, origen incierto, probablemente arábigo; teniendo en cuenta el val. tarquim, es verosímil que se trate de un ár. hispánico *tarkîm ‘amontonamiento de lodo’, derivado del ár. rákam ‘amontonar’.
1.ª doc.: Covarr.
Como etimología adopta Dozy (Glossaire, 348) la de Covarrubias, enmendando la errata: tanqîya «mondaduras como de pozo» (P. de Alcalá). Pero salta a la vista que esto no es posible fonéticamente. Eguílaz propone un *ƫarɅîn plural de ƫarɅ ‘desecho’, ‘aborto’, ‘excremento’, que parece haber significado también ‘cieno que deja un río desbordado’; pero no sólo el significado coincide mal, sino que este plural es hipotético, lo que lleva a Baist (RF IV, 361) a negar esta etimología: en realidad el plural bien conocido de ƫarɅ era ƫurûɅ y sería raro que un vocablo de esa estructura tuviera un plural sano (en -în, según el árabe vulgar). Sobre todo es falso que el Ʌ arábigo dé -q- en cast. Luego esta etimología ha de descartarse definitivamente.
La Acad. (1899) propone otra más digna de discusión: ár. tarkîm infinitivo de 2.ª forma del verbo rákam. Es verdad que este verbo no significa ‘amontonar lodo’, sino ‘amontonar’ en general, pero el sustantivo rukma vale ‘lodo amontonado’ (?auharí, Fairuzabadí); también es verdad que la segunda forma de dicho verbo no está documentada y por lo tanto tampoco lo está su nombre de acción *tarkîm; finalmente la raíz rákam, aunque ya es coránica y pertenece al árabe clásico, no figura en los glosarios hispanoárabes, si bien se encuentra en algún autor medieval, y la registran hoy diccionarios del árabe de Egipto y Argelia (Beaussier, con la observación de que es palabra literaria). De todos modos sustantivos del tipo de tarkîm se crean muy fácilmente de cualquier raíz arábiga, y bien pudo tratarse de una palabra regional del Este y Sudeste del Andalús. Sobre todo, esta etimología encuentra fuerte apoyo en el val. tarquim ‘cieno’ (Lamarca, Sanelo, etc.), documentado repetidamente desde el S. XV, en Jaume Roig (vv. 10867, 10926, 13496, 14804, asegurado por la rima). Ahora bien, la estructura de tarquim es tal, que difícilmente puede concebirse la posibilidad de otro origen que no sea arábigo, y no habiendo otros étimos posibles en árabe, podemos aceptar la etimología de la Acad., aunque sea hipotética.
DERIV.
Atarquinar. Entarquinar; desentarquinar (V. arriba).