TANGO ‘baile argentino’, aparece primeramente en el sentido de ‘reunión de negros para bailar al son de un tambor’, y como nombre de este tambor mismo: éste será el sentido primitivo y es probable que se trate de una voz onomatopéyica.

1.ª doc.: 1836, Pichardo (1862).

Este dicc. de voces cubanas define «reunión de negros bozales para bailar al son de sus tambores y otros instrumentos». Salvá en su dicc. (ed. 1847) lo da como «baile de gente del pueblo» en Méjico. En la Acad. está ya en 1869 (no 1843) como «reunión y baile de gitanos», hasta que en 1899 se sustituye por «fiesta y baile de negros o de gente del pueblo, en América; música de este baile»; como «baile de ínfima clase» lo anota el chileno Echeverría en 1900. Como baile de sociedad argentino no lo registran los diccionarios de argentinismos de Granada, C. Bayo, Garzón, Segovia, pero le da entrada la Acad. en 1925 advirtiendo que «se importó de América a principios de este siglo», y Pagés casi por el mismo tiempo transcribe ejs. recientes de esta ac. en Pardo Bazán, y en la escritora murciana o andaluza Flora Osete, quien compara el tono triste del tango argentino con la alegría del «tango andaluz» (comp. el «baile de gitanos» de la Acad. en 1869). En 1922 escribe el colombiano Sundheim, refiriéndose al famoso coro o habanera de la ópera Marina, que su autor J. E. Arrieta «señaló el ‘modo’ con las palabras tempo di tango, como si presentido hubiese que esa clase de música nos la habían de servir sesenta y pico de años después con el nombre de tango».

De este conjunto de datos se desprende que el nombre del tango argentino no es especialmente rioplatense en su origen, y que los datos más antiguos lo aplican a una reunión popular de baile más que a una danza específica. Teniendo en cuenta la temprana aplicación a negros, no parece desencaminada la idea de Fernando Ortiz (Afronegrismos, pp. 447-8, con más datos acerca del tango cubano) de derivarlo de una palabra africana, teniendo en cuenta que en el Calabar (Níger central) tangu o tuñgu es la palabra que significa ‘bailar’. Sin embargo, si, como parece, tiene esta palabra una difusión meramente local entre los idiomas bantúes, esta etimología no puede mirarse como segura. Es muy verosímil que se trate de una onomatopeya tang, expresiva de un tañido grosero de tambor o de otro instrumento: nótese que según Pichardo el tango de los negros cubanos se baila al son de un tambor, y que según Membreño tango es el nombre de un tambor tocado por los indios de Honduras. Con esta evolución semántica comp. la del africanismo rioplatense candombe ‘tambor en que golpean los negros para acompañar su baile’ y ‘baile grosero de negros’.

Para la explicación onomatopéyica, llama la atención Spitzer hacia el alemán tingel-tangel ‘cabaret, dancing’ (MLN LXXIV, 130-1). Tango es también un baile típico de la isla del Hierro, ejecutado por cinco o más parejas, algo parecido a la jota, con música de castañuelas, flauta y tambores (S. Jz. Sánchez, RDTP III, 307-8); mi amigo Armas, que es herreño, solía describírmelo por los años 1950-60.

Lo que más me inclina a creer en una creación onomatopéyica antes que en un africanismo es que tangue se empleó ya en Normandía en el S. XVI como nombre de cierta danza: «la guestiere, / qui faict les bonnes gambades, / la tangue et estourdions...» (Rom. XXXV, 407; XXXVI, 295). No creo que haya relación directa entre esta palabra dialectal francesa, poco extendida, y el tango español, sino más bien creación paralela con iguales elementos onomatopéyicos. Para que tango viniese del lat. tangere ‘tocar’ sería preciso que se hubiera tomado del gallego, donde tanguer es ‘tocar’, ‘toque, música’ (Vall.) y tangueiro parece ser ‘músico’ o ‘gaitero’ (Vall., y Pz. Ballesteros, Canc. Pop. Gall. III, 205), mas para ello sería indispensable que tango estuviese arraigado en Galicia, de lo que no hay dato alguno. Tampoco creo que haya relación entre tango y el fr. tanguer ‘cabecear (el buque)’ o el cat. y prov. tràngo(l) ‘tormenta, oleaje’ (para el cual V. mi breve nota de Festschrift Jud, 567). Para el port. tangomao ‘portugués africanizado’, a que se refiere Ortiz, vid. Leite de V., RL V, 80.

DERIV.

Tanguillo and. ‘peonza que se hace bailar con un látigo’ (AV). Tanguear ecuat. ‘caminar ebrio haciendo eses por las calles’ (Lemos, Barbarismos Fon., p. 130), palabra que en este o en el sentido de ‘bailar el tango’ se emplea en otras muchas partes.