TAHONA, del ár. ƫāɅûna ‘muela de molino’, ‘molino’, que en el árabe de España se aplicó especialmente al movido con caballería.
1.ª doc.: 1256, doc. de Sevilla.
En la forma tahona aparece ya varias veces en el S. XIII, también en la forma atafona, así en docs. andaluces como de Castilla y León: vid. Neuvonen, 249-50; Dozy, Gloss., 208. Más tarde se halla en textos de todas las épocas: «cavallero... aquí bos faré correr la athaona» dice la Muerte a una de sus víctimas en la Danza de la Muerte (245); «atahona de asno: mola asinaria; a. de mulos: mulionica» Nebr. Aut. pone como básica la forma atahona, pero advierte ya «oy se dice más comúnmente tahona». La ac. ‘panadería’ falta todavía en Aut., pero la registra ya Terr. En La Palma tabona es «antiguo molino puesto en marcha por un burro» (Rohlfs, RFE XXXVIII, 97, pero no es supervivencia guanche). Directamente del árabe vienen también el port. atafona ‘molino a tracción animal’ (con la -n- conservada, como en muchos arabismos); y el mall. tafona ‘molino de aceite’ (BDLC XII, 236; Ag.). ?āɅûna significa en árabe clásico y común un molino cualquiera, movido por agua o por un animal; pero ya advertía R. Martí en el S. XIII que en España la palabra arábiga se aplicaba a éste y no a aquél; sin embargo J. Ruiz lo aplica a un molino de viento.
DERIV.
Tahonero [at-, Aut.]. Atahonar (raro), vid. Dozy, Gloss.