TAGARINO, ‘morisco de la Corona de Aragón’, del cat. tagarí íd., y éste del ár. ȶaġrî ‘propio del ȶaġr al-Ȑá⺆là o Frontera Superior (nombre con que conocían los moros las tierras de lengua catalana)’.
1.ª doc.: 1605, Quijote I, xli, Cl. C. IV, 56.
En catalán tagarí ya es medieval: Jaume Roig vv. 3576, 9503, y el nombre de persona Atagarí o Azagarí ya aparece con frecuencia en el Repartimiento de Mallorca (ed. Quadrado, pp. 465, 474). En cast. el vocablo no se hace usual hasta la expulsión de los moriscos, cuando en el Norte de África los procedentes de tierras catalanas se hallaron junto a los de Castilla, y sintiéndose diferentes se distinguieron con nombres distintos, llamándose éstos mudéjares y aquéllos tagarinos; V. el pasaje citado del Quijote, y la explicación más detenida de Haedo (1612), Topografía de Argel, pp. 50-51. Covarr. no distingue con bastante claridad, aunque también habla de Aragón, y Aut. confunde del todo tagarinos con mudéjares. Vid. Dozy, Gloss., 321; Baist, RF IV, 372. La terminación -ino se explica por la adaptación del catalán. El mismo étimo tiene el nombre de los Zegríes granadinos, pero ahí se trata de ȶaġr en el sentido general de ‘frontera’, y la terminación conserva su forma castellana.