TACANA, ‘mineral explotado’, boliv., arg., del quich. takána ‘mazo para golpear’ ‘cosa que necesita golpe’, derivado de tákay ‘golpear’, ‘clavar’, ‘llamar a la puerta’.
1.ª doc.: Acad. 1884 (no 1843); 1898, Lafone Quevedo.
En su
Tesoro de Catamarqueñismos define
tacana como «martillo, mano de mortero, pisón» y también «sordo como tapia»,
tacanear «apretar tierra u otra cosa con pisón» (por etimología popular también
taconear)
1: se trata de voces regionales de esta provincia argentina. Ciro Bavo en su
Vocabulario Criollo-Español, recopilado principalmente en Bolivia, define, como voz minera, «plata nativa o cloruros de subida ley» y «andén o escalón cultivado en las laderas de los Andes»; hay además los indios tacanas en el depto. de La Paz (¿por ser cultivadores o mineros?). El quich.
takána es derivado normal de
tákay con el sufijo instrumental
-na; he copiado las definiciones del dicc. de Lira. Malaret agrega
tacanazo ‘puazo’, según un corresponsal bonaerense.
1 «La búsqueda de tesoros y de huacas taconadas de oro» lo cual explica el autor como «catamarqueñismo por apisonadas, repletas, henchidas» (Juan P. Vera, La Prensa de B. A., 4-V-1941). ↩