SORRA, ‘ijares del atún’, del cat. sorra íd., y éste del ár. súrra ‘ombligo’, ‘ijares de un animal’.

1.ª doc.: 1695; Aut.

Donde se advierte que se les llama así «en algunas partes»; en eds. modernas de la Acad. se ha cambiado la definición por «cada uno de los costados del vientre del atún». Ya en las Ordenanzas de Murcia impresas en 1695 se mandaba «que no se pueda vender ningún género de atún, sorra, güesos, abadejo, sardina, que esté gastado ni que tenga mal olor», cita de G. Soriano, quien define «cada uno de los costados del vientre del atún en salazón» y advierte que hoy es más común decir atún de ijada. En catalán sorres de tonyina ya se documenta en 1394; hoy me dicen que tonyina de sorra es bien vivo en Valencia para una clase de carne de atún, y Amades recogió el vocablo en Prat de Comte (partido de Gandesa), Excursions II, 285. Para el traductor (1525) de Rob. de Nola no era palabra castellana: «toñina salada de la ijada, que dicen sorra en Valencia» (p. 194). Además sic. y sardo surra «pancia del tonno», cuyo origen arábigo ya señaló De Gregorio (ZRPh. XXVII, 348; comp. KJRPh. VII, 162; VIII, 120)1. Súrra es la palabra del árabe clásico para ‘ombligo’; en España tomó el sentido de «ijares de animal» (PAlc.) y también ‘pelo del pubis’ (R. Martí), Dozy, Suppl. I, 643b. El origen de las palabras hispánicas, si no me engaño, se indica aquí por primera vez. La s- prueba que no es voz castiza en castellano (a no ser que se tomara de un dialecto andaluz o murciano seseante).

1 Erróneamente partía Zauner (RF XIV, 465) del lat. SȢRA ‘pantorrilla’.