Este dicc. cita ej. en el falsario Cibdarreal, cuyo texto se escribió realmente en el siglo XVII (y no antes como él pretende), pero ni para el XVII puede aceptarse como testimonio de un uso normal del vocablo, pues su estilo es una acumulación caprichosa de latinismos, extranjerismos y voces desusadas; falta en Covarr., Oudin, y es ajeno al léxico de Góngora y del Quijote. Hoy se ha hecho palabra usual entre gente culta.