SISÓN, probablemente del cat. sisó íd., propiamente ‘pieza de moneda de seis dineros’, porque el sisón se vendía a este precio.

1.ª doc.: h. 1335, Juan Manuel.

Entre las «aves que son cazadas e non cazan» menciona «las tórtolas, et los alcaravanes, et los marcicos, et los sisones, et las cornechas», y más abajo, entre las «que se mantienen siempre en el seco»: «las gangas, et las cortezas, et los sisones, et las perdices» (Libro del Caballero, NBAE LI, 250b28 y 58). Dice López de Ayala, con referencia a los neblíes, que «vienen con el paso de las aves, así como son sisones, et palomas et otras aves de paso» (Caça, ed. Gayangos, p. 17, otros ejs. en pp. 18, 51, 153). En el ms. bíblico E7 (S. XV, original anterior) se emplea la voz sison para traducir el ixion de la Vulgata (Mod. Philol. XXVIII, 94): esta palabra latina es un hápax de origen incierto, mas a juzgar por el contexto ha de tratarse de una ave inmunda como el buitre, y así ésta es una de las frecuentes traducciones de puro sonsonete que se encuentran en estos mss. bíblicos. De un texto clásico cuyo nombre olvidé anotar tengo esta ficha: «a los capones más gordos / tuerze los cuellos, y mata / un lechón, y arroja dentro / de la olla dos torcazas / palomas y algún sisón» (V. 1811). Como nombre de una especie de francolín ceniciento está citado en los Sueños de Quevedo (Fcha.). Más testimonios en Cej. VIII, p. 12. F. B. Navarro en su glosario dice que en el Arte Cisoria de E. de Villena se encuentra «seyson: sisón, especie de abutarda pequeña, Otis Tetrax L.». Assisón está en Juan del Encina, asisón en Lope, y esta forma se emplea hoy en Extremadura (vid. DHist.). Entró tarde en la tradición lexicográfica: falta en Aut., Terr. define «especie de francolín», Acad. lo describe detenidamente ya en 1817.

En portugués hay un primer testimonio en 1253: «cison valeat quatuor denarios... grua... avetarda... perdix... columbinus... et seixa valeat 2 denarios» (PMH Leges I, 195); hoy sisão está anticuado en el idioma vecino (Fig.), pero hay un testimonio del pl. sizões en Fernandes Ferreira (princ. S. XVII, vid. Bluteau y Fig.); Silveira (RL XXXV, 121) cita Sison como apodo en el Cancioneiro da Ajuda y un nombre de lugar Sisoncini cerca de Arouca en doc. de 989, pero en cuanto a éste su relación con el vocablo que nos interesa es improbable. Además se documenta como nombre de una ave maloliente, comparada a una persona que se ventosea, en dos ctgs. gallegas de escarnio de Alfonso X (R. Lapa, CEsc. 7.6, 427.16) y en otra probablemente anterior (h. 1230) del gallego Martín Soarez (299.20). Nadie ha estudiado el origen de nuestro vocablo y en Francia no se conocen nombres semejantes (Rolland, Faune II, 344-5).

Según Aguiló sisó y siseta son nombres de aves de la Albufera de Valencia1, el primero se encuentra en textos de los SS. XVI y XVII, y según una tarifa de 1369 un sisó valía seis dineros, como un tudó, un xibert, un boix, un morell o una fotja. Ahora bien, sisó es en Valencia una pieza o moneda de tres cuartos, o sea seis dineros (Ag., Escrig)2, y sisó deriva regularmente del cat. sis SĔX, lo mismo que el cast. ant. seysón, empleado por E. de Villena, deriva de seis. Esto da la clave del problema. La Albufera valenciana, paraíso de los cazadores, fué el centro de irradiación del vocablo, y del catalán se tomó en préstamo el cast. sisón y el port. sisão; pero en vista de que en 1253 ya corría en Portugal, y Valencia no se reconquistó y catalanizó hasta 1238, es de creer que el primer impulso partiese del Bajo Llobregat, otro gran centro de caza para aves de paso. La variante asisón se deberá al influjo de avutarda.

1 Comp. sisó ‘Otis Tetrax’ en Fabra.―

2 En efecto: «el burret, que no valía un sisó, de vell y flach qu’estava», Martí Gadea, Tèrra del I, 256.