SISA, tomado del fr. ant. assise ‘tributo que se imponía al pueblo’, derivado de asseoir ‘asentar, colocar, poner’; en castellano se pasó desde el sentido antiguo de ‘impuesto que se cobraba sobre géneros comestibles acortando las medidas’ al actual de ‘parte que se defrauda al dueño al hacer una compra por cuenta de éste’ y por otra parte a ‘corte que se hace a la tela para que ajuste mejor una prenda de vestir’; en la ac. de ‘mordente que ponen los doradores debajo de los panes de oro’ procede sisa del catalán, donde se formó con el participio correspondiente assís ‘asentado’, en el sentido de ‘cosa asentada o colocada’.
1.ª doc.: 1.ª ac., 1331; 2.ª ac., 1554; 3.ª ac., Aut.; 4.ª ac., Nebr.
Hasta aquí salta a la vista que todo son aplicaciones figuradas de la sisa tributaria, y en cuanto al origen de ésta no puede caber duda razonable: se trata de un préstamo del fr. ant. assise ‘tributo que se imponía al pueblo’, del cual abundan los testimonios desde el S. XII (Li Quatre Livre des Rois, Carta Magna: vid. God. I, 446b; Tobler-L. I, 599). Como ya indicó Nobiling (ASNSL CXXVII, 188), seguido por Brüch (Die Neueren Sprachen XXXII, 1924, 427), el fr. l’assise se convirtió en la sisa castellana, y este tributo fué introducido en Castilla en 1295 por Sancho IV, de donde pasó más tarde a Portugal. Es extraño que hasta ahora no se haya indicado tan sencilla y evidente solución para el problema del origen del verbo sisar, que ha hecho gastar en vano mucha tinta y esfuerzo. Covarr. pretendía que era un derivado de seis porque los sirvientes se cobraban la sexta parte; Diez y Cornu, Rom. XIII, 305, querían partir de CENSA ‘censos’ cambiado en *cisa por influjo de un supuesto perfecto *cise de CENSզ; M-L. (ZRPh. X, 173) imaginaba un verbo *SCզSARE derivado de SCINDĔRE ‘cortar’, postulando aquella forma, a pesar de que su participio es SCէSSUS, obligado por la -s- sonora del port. y cat. sisar1; Spitzer vacilaba entre ACCզSA de ACCզDERE ‘cortar un poco’, un *SզSA de SEDୱRE ‘estar sentado’, y un *EXCզSARE de EXCզDERE ‘recortar’ (RFE XII, 249; XIII, 116-7n., 279-80). Ni siquiera hace falta rechazar estas etimologías, todas forzadas cuando no imposibles, y en primer lugar obsérvese que la mayor parte toman como base el verbo sisar, mucho más tardío que el sustantivo, y hacen caso omiso de que la s- castellana postula una base con S- y no con C- o SC-.
Por lo demás hay todavía otras acs., cuya explicación semántica en detalle no es siempre clara2. Sabido es que el fr. ant. assise tomó entre otras la ac. ‘tamaño’, de donde nació después el ingl. size ‘tamaño’, ‘medida (de un traje, etc.)’, y con este sentido pasó al catalán antiguo: «aquesta es la sisa dels draps que·s venen en Tortosa... Peça d’estanfort... deu aver de lonc 19 canes e mija. D’exalons e sentomers 12 canes e mija. Tot drap de Proins e d’Ipre, 11 canes e mija... Berregans no han cisa ne·s venen a canes, mas de cap a coa» Costumbres de Tortosa, S. XIII (ed. Oliver, p. 413), otro ej. semejante cita Ag. (el último del apartado 1.º); ahora bien, partiendo de esta ac. textil parece haber llegado el vocablo, al pasar de Cataluña a Castilla, al sentido de ‘género de paño’, que nos muestra Juan Alf. de Baena, al anunciar que todo el mundo vestirá luto por la muerte del rey Enrique: «todos los dichos farán su devisa, / de xergas e sogas, tanbién de otra syssa, / cabellos e barbas lançar por el suelo, / alçando clamores cobiertos de duelo»3.
Finalmente en la ac. ‘mordente de ocre o bermellón que usan los doradores para fijar los panes de oro’, documentada en cast. desde Nebr. «sisa para dorar: leucoporon» (Cej. da ya un ej. en las Ordenanzas de Sevilla), el vocablo aparece anteriormente en catalán (ejs. de Auziàs Marc y otro en Ag.), pero hay que partir también del fr. assise, donde esta ac. podía obtenerse fácilmente por restricción de la general ‘asiento, establecimiento, colocación’: de ahí ‘colocación del mordente debajo del oro’. En francés existen hoy acs. técnicas no muy distantes de la española: «en termes de bonneterie, la soie qu’on étend sur les aiguilles, et qui dans le travail forme les mailles du bas» (Bescherelle; Littré). Como término de dorador lo que se emplea en francés actual es el vocablo equivalente assiette: «composition qu’on met sur la tranche d’un livre avant que de la dorer» (Littré), «couche qui sert de fond à une peinture murale», pero recuérdese que assiette y assise son ambos derivados de asseoir y que aquél tuvo también el sentido de ‘impuesto’ (V. arriba Oudin). Sin embargo, a juzgar por lo documentado es más probable suponer que esta ac. naciese en catalán, donde assís, -isa (ej. de Lulio en Alcover), existió como participio de asseure ‘asentar’, como es lógico puesto que en lo antiguo se decía más generalmente assiure.
DERIV.
Sisar (V. arriba). Sisador. Sisero. Sisón ‘el que sisa’.
1 Todavía se aferra a esta etimología en REW3 7725, y en RFE XIV, 178, alegando en su apoyo un cat. escisar. Pero ¡esta forma no existe que yo sepa! Hay aquí un cómico círculo vicioso: Vogel ideó esta grafía, inusitada antes y después de él (falta incluso en Labernia y Bulbena), justamente para plegarse a la etimología de M-L. Todo el mundo dice y escribe sisar y sisa.― ↩
2 Zamor. sisa ‘compartimiento o separación de las bodegas’ (FD).― ↩
3 Canc. de Baena n.º 37, v. 51; en 416, v. 18, del mismo cancionero, se recomienda respecto de una mujer «que non la querades en juego nin asysa», donde tenemos otra de las acs. francesas «convention, règlement, arrangement» o bien quizá «place à un banquet». ↩