SIRGA, ‘maroma para tirar de una embarcación desde tierra’, voz propia de los tres romances ibéricos, de origen incierto, quizá del antiguo sirgo ‘seda’ (V. JERGA) por haberse empleado la seda con aquel propósito por su poco peso y gran resistencia.

1.ª doc.: 1463.

En un inventario aragonés de esta fecha: «hun rem de barqua; hun blanquo de passar sirgas; quatro espadiellas...» (BRAE VI, 741). Como nombre de la cuerda vuelvo a encontrarlo en el diario del primer viaje de Colón («mandó echar la sirga en tierra», ed. Fz. de Navarrete I, 91) y luego en C. de las Casas (1570): «sirga: alzana»; Percivale: «a rope to tow along with»; Oudin: «tirement de basteaux a la corde, le traict et la corde pour les tirer». El oficio de la sirga para sacar la red del agua es menos importante y menos frecuente aunque Covarr., imitado por Aut. y la Acad., lo ponga en primer lugar. Aunque no documentado en cast. antes de Aut., el verbo sirgar «llevar un navío a la sirga», hubo de ser asimismo muy antiguo (como prueban también los otros romances), pues de él deriva el postverbal sirga ‘acción de sirgar’, que ya define Nebr. «manera de llevar barco: tractus», y lo emplea varias veces Fz. de Oviedo: «e aquestas leguas a la sirga todas, llevando el agua hasta los pechos los que tiraban de la cuerda de la sirga», «estas veinte leguas las andovieron a la sirga, con el agua hasta los pechos los que tiraban la cuerda de la sirga» (Hist. de Ind. XXIV, 8; L, 23); Oudin «yr a la sirga: haller et tirer un basteau avec une corde».

En portugués sirga «a corda com que se puxa hum barco pelo rio acima» está en Bluteau (para Moraes puede ser también la de sacar una red), y con el valor postverbal trazar alguem á sirga y andar á sirga de outrem ya se encuentran en la Eufrosina (1535), «para cima se vay á sirga e a remo» en Godinho (1663), el verbo sirgar en Garcia de Mascarenhas (h. 1650).

En catalán, sin duda casualmente, no tengo ejs. antiguos de sirga, aunque hoy es palabra bien conocida, no sólo en el sentido propio, en el cual se emplea en el Litoral del Principado, etc. (BDC XIV, 62; XII, 65)1, en L’Escala con variante xirga, sino también en otras acs.: ‘unidad de medida de la cuerda empleada para sondar y equivalente a 55 ó 50 brazas’, ‘rimero de cuerda de esta medida’ (anotado en Sant Pol de Mar), ‘cable de la vagoneta de una mina’ (íd. en Seròs, al Sur de Lérida), «una soga molt llarga» en el Ribagorza, (Congr. Intern. de la Ll. Cat., 231). La antigüedad del vocablo en catalán está comprobada por el verbo sirgar ‘llevar a la sirga’ documentado en un texto del S. XVI o XV por Ag., y en el sentido figurado de ‘trabajar duramente’ está ya en Jaume Roig (a. 1460), donde dice que las mujeres se califican a sí mismas de «curosa loca, / cadella amiga, / sirgant formiga, / simple coloma, / lisa de ploma / e sense fel» (v. 7752). Esta ac. sigue hoy vivísima y en ella se extiende el vocablo hasta el languedociano del Hérault: «cirgá: peiner, travailler beaucoup»2. Fuera de esto el vocablo es ajeno a los demás romances, si bien conviene notar que desde el cast. hubo de pasar al mozár. sírga «manera de llevar varco» (PAlc.), hoy en Marruecos sírga o sírqa ‘maroma con que llevan los barcos sirgando’ y Ƈerk ‘sirga’ (Lerchundi), Rabat šrek «corde servant à relever les chaînes d’amarrage du fond de la mer» (Brunot).

No es de creer que sirgar venga, como quería Covarr., del gr. σǮρειν ‘tirar de una red, de un vestido, etc.’, ‘arrastrar’, voz de cuya existencia en latín o en romance no tenemos testimonios; pero también es muy dudosa la etimología de Diez (Wb., 487) y M-L. (REW 7952), lat. vg. *SզRէCARE, derivado del gr. σειρά ‘cuerda’ (no conozco el verbo gr. σειρĘν a que se refiere Diez). Una etimología griega, cuando no nos consta muy bien el empleo del vocablo en latín es siempre arriesgada, y más cuando el vocablo sólo se encuentra en una pequeña parte de la Romania; en nuestro caso puede apoyarse en el buen número de voces náuticas tomadas del griego por los romances, pero la sirga pertenece casi solamente a la navegación fluvial, en la cual es de razón que el griego influyera poco; verdad es que el nombre de la sirga en it. (alzaia) y fr. (haussière) procede en último término del gr. ƅλκειν ‘arrastrar’, pero las voces intermedias helcium ‘collar de animal’ y helciarius ‘sirgador’ están muy bien documentadas en latín, y esto precisamente nos muestra lo arriesgada de las etimologías griegas en nuestro caso, pues no sólo es hipotético el derivado *SզRէCARE, sino que apenas tenemos testimonios de que σειρά fuese jamás empleado por gente de lengua latina; es cierto que el gr. πλεκτƲ (‘trenzado’) está explicado mediante un lat. sira en el glos. del seudo-Cirilo (ms. del S. VII), y sira figura traducido por «plectura filorum vel resticulorum» en un glosario de Cambridge conservado en ms. del S. XII (CGL II, 409.21; 593.12), pero las glosas son malos testigos del empleo de un helenismo en latín, pues a menudo el glosador explica (y aun emplea), en calidad de palabras curiosas, voces griegas que encuentra citadas en un texto latino (aunque las escriba con letras latinas), y por lo tanto es inseguro que pertenecieran al vocabulario latino3. Sobre todo debe despertar desconfianza este helenismo *SIRICARE localizado en zona tan occidental como la Península Ibérica.

Desde luego sería preferible una etimología que explicara el iberorromance sirga por una familia de voces iberorromances conocida y no por un étimo hipotético. Y así merece mucha atención la idea de C. Michaëlis de Vasconcellos (KJRPh. IV, 339) de unir sirga con el cast. y port. sirgo ‘tejido de seda’, ‘cordón de seda’ [Ctgs. 69.57] (en Portugal también ‘gusano de seda’ [Ctgs. 18.14])4, sirgueiro ‘cordelero’ y ‘pasamanero’5 (en sentido análogo se expresa Foulché-Delbosc, RH XXIII, 591-3). La existencia y vida lozana de sirgo ‘seda’ en castellano la he demostrado ya en el artículo JERGA; puedo agregar ahora que ya se habla de casullas y colchas de sirgo en doc. de Castilla de 853 (Festschrift Jud 630.22, 25), y que en un inventario arag. de 1374 se cita una alffacera o estera «de junco sirguiada», o sea entretejida con cordón de seda (BRAE II, 344). Sin embargo, para asegurar bien esta etimología de sirga ‘cuerda’ convendría probar que se empleó este material para sirgar, y la prueba de este extremo tendré que dejarla para otros más conocedores de la historia de la cultura material. Que se ha empleado la seda en algunos casos para hacer cuerdas y escalas de cuerda es un hecho conocido, y así se ha practicado en casos en que convenía un objeto de poco peso y volumen, pero de gran resistencia; claro está, que estas cualidades son importantes en una labor tan penosa como la sirga, sólo falta demostrar que se empleó en cantidad considerable un material tan caro; lo único que hoy nos consta, en ciertos casos, es que se emplea el esparto y el cáñamo. Quizá no es concluyente en este sentido la existencia de un buen número de derivados de STA con el significado de ‘cuerda’ o ‘bramante’: cast. sedal ‘cordel de pescador’, ast. y santand. sedeña íd., port. sedenho, fr. ant. saïn, logud. sédina, Bormio sedaglio «corda» en un doc. de 1676 (ARom. V, 243), pues en todos estos casos se puede partir de SETA en el sentido de ‘cerda’, y de hecho consta que con cerdas se ha hecho el sedal castellano y que el logud. sédina es un ‘cordel de pelos de caballo retorcidos’ (cita de Spitzer, ZRPh. XLIII, 487).

Pero ya tiene más fuerza el «cordón de sirgo: funiculus sericus» que registra inequívocamente Nebr., y por otra parte no es inverosímil que el doble sentido de seda se comunicara a su sinónimo sirgo empleándose este vocablo como nombre de todo cordel o maroma de seda, aunque por tal término se entendieran cerdas. De ello por lo menos tenemos una prueba en el gall. sirgo ‘tamiz’ y sirgar ‘pasar la harina por el tamiz’, pues aunque Vall. agrega que se trata de un tamiz de agujeros finos y hecho de seda, creo que habrá que entender este «seda» en el sentido de ‘cerda’ que es el único material que me consta se emplee para hacer cedazos o tamices. En una palabra, que sirga venga como sirgo del lat. SERICUS (Sզ-) me parece provisionalmente la etimología más aceptable.

La que debe desecharse sin vacilación es la de la Acad., que pretende identificar sirgar con singlar ‘navegar con rumbo determinado’ (tomado del fr. singler, de origen escandinavo), para lo cual cita un silgar ‘sirgar’ y ‘remar con un remo armado en la popa de una embarcación’, voz de la cual no hay otra noticia que la que nos da ella misma desde fecha muy reciente (1925, falta todavía en 1884).

DERIV.

Sirgar; sirgador (falta Acad.); sirguero ‘sirgador’ (V. arriba).

1 En el Ebro se emplea sègula en lugar de sirga (BDC IX, 68; III, 109; WS VIII, 101). Esta voz no puede tener relación etimológica con la que nos interesa, pues la variante más extendida es con à tónica, y así está documentada desde el S. XIII y XIV tanto en italiano como en fr. El origen es incierto (inaceptable desde luego la idea del REW 8051), pero la forma con a ha de ser primitiva (la e quizá se deba a arabización).―

2 Pastre, Le Dialecte de Clermont-l’Hérault, s. v. Mistral cita dos ejs. de un poeta de Béziers, cuyo contexto muestra el mismo significado, aunque Mistral no lo entiende exactamente.―

3 No hay testimonios seguros de que σειρά se empleara en el griego de Occidente, pues es muy dudosa la exactitud de la etimología suditaliana que con gran reserva propone Rohlfs en EWUG, § 1923.―

4 Jaume Roig, al mismo tiempo que llama sirgant o ‘laborioso’ a su cerebro, habla del escaso capullo que puede tejer (V. cita en Ag.), mostrando así conciencia de la relación entre sirga ‘cuerda de remolque’ y sirga ‘seda’.―

5 Comp. sirguero ‘sirgador’ en Percivale y Oudin.