SIEMPRE, del lat. SĔMPER íd.
1.ª doc.: Cid.
DERIV.
Sempiterno [1463, Lucena, Aut.], tomado de sempĭtĕrnus íd.; sempiterna.
CPT.
Siempreviva [«s. biva, ierva: sedum» Nebr.; Lope, Jerusalén Conq. XVII, v. 300].
1 «So riesgo de que por siempre los silenciaran», E. Rivera, La Vorágine, ed. Losada, p. 223. Nótese en el mismo texto el empleo con el valor de ‘sigo con la idea de que’: «―¡Ahí te queda tu oro! ―Yo te lo regalaré... ―¡Ojalá que te hubieras muerto! ―La vi alejarse hacia la cocina... Desde allí, para que la oyera, acentuó: ―¡Díganle a Barrera que siempre me voy con él! » (p. 73). ↩