SERVIOLA, ‘palo grueso que sale diagonalmente hacia fuera desde el castillo de proa’, antiguamente cerviola, probablemente palabra de origen catalán, donde es diminutivo del cat. ant. cérvia ‘cierva’, por alusión a los cuernos de este animal.
1.ª doc.: 1587, G. de Palacio; c-, h. 1620.
Como el sufijo diminutivo -ola es propio del catalán, pero ajeno tanto al portugués (donde ha tomado la forma -ó, -oa) como al castellano (-uela), hay que buscar el origen en aquel idioma; y aquí también se encuentra explicación para la raíz, que debe de ser el cat. ant. cérvia ‘hembra del ciervo’, por comparación de este palo oblicuo y proyectado hacia afuera con los cuernos de este animal. Cérvia, en efecto, se encuentra en su sentido propio en varios textos catalanes del S. XV o anteriores (vid. Alcover), es forma común con el occitano antiguo, y procede ya del latín vulgar, donde se ha encontrado en notas tironianas (KJRPh. VII, 62). De la vitalidad del vocablo en catalán da idea la aplicación de cérvia (o círvia, con metafonía), con su diminutivo cerviola, para denominar un pez, la Seriola Dumerili (cuyo nombre científico tendrá el mismo origen), así en el Principado como en las Islas y en el País Valenciano (Alcover; Ag., s. v. sirv-; A. Boscá, Geogr. Gral. del R. de Val., p. 500).