SECÁCUL, voz de origen oriental, probablemente del persa šaqāquli ‘especie de zanahoria’.

1.ª doc.: «secacula: planta y raíz que se halla en Siria, fr. secacul, lat. secacula», Terr.

La Acad. registraba secacul ya en 1817, como equivalente de eringe o cardo corredor; en ediciones recientes ha acentuado la a, y cambiado esta definición por «raíz muy aromática que procede de una planta de Oriente parecida a la chirivía». En efecto, no es planta vulgar en España, y su nombre ni siquiera figura en el Dicc. de Colmeiro. Según Dozy, Gloss., 339, vendría del ár. šaqâqul. El vocablo falta en los dicc. franceses (Littré, DGén.), pero Devic da como francés secacul o seccachul «sorte de panais» citando el Dict. d’Hist. Nat. de Déterville, en el sentido de que las raíces y grano de esta planta gozan de reputación entre los árabes por aumentar las facultades prolíficas, y agrega que es el ár. šaqâqul, que Sprengel iguala al Tordylium secacul y Bosc a la Pastinaca dissecta. No hay tal vocablo en los diccionarios árabes usuales (Freytag Dozy, Belot), y no está claro que pueda venir de la raíz š-q-l, de uso poco corriente (aunque hay un ár. šāqûl ‘pene’)1. Según Webster sekakul procede del persa šaqāquli miɊ, propiamente ‘zanahoria silvestre de Egipto’. Sea como quiera es palabra que ha llegado a España por vía culta.

1 Pero š-qâq-l está en el anónimo mozárabe de h. 1100 (Asín, p. 292) con la explicación de que con sus raíces y miel se confecciona una confitura; como nombre romance de esta planta da un vocablo, diversamente vocalizado en tres pasajes del libro, y traducido en árabe por ‘chupa la miel’: las tres vocalizaciones son imposibles según la fonética romance, pero pueden enmendarse fácilmente en šupa-mêle o bien šuȟƇa-mêle (SUCTIARE). En cuanto a Ȑašqâqul, está también en el Himyarí, 128, quien lo localiza en la Sierra de Segura, y pondera su acción afrodisíaca.