SARTA, del lat. vg. SARTA, en el cual se reunieron los significados del lat. cl. SERTAguirnalda, corona’, participio de SERERE, y SARTAremendada’ participio de SARCIRE; esta acumulación fué consecuencia de la confusión que existía en latín entre EXSERERE y EXSERCIRE (derivados de SERERE y SARCIRE), cuyo participio común era EXSERTUS, y de la reacción que se produjo en latín vulgar contra formas como IMPERTIRE, CONSECRARE, CONFERTUS cambiándolas en IMPARTIRE, CONSACRARE, CONFARTUS y análogas.

1.ª doc.: 946, doc. leonés (Oelschl.).

También en Juan Ruiz: «Pues da’m una çinta bermeja, bien tinta /... / e da’m buenas sartas / de estaño, e fartas» (1036a), «furtó de oro grand sarta» (1457d). Es frecuente en los clásicos: «aquella sarta de maldiciones que descargó» Juan de Pineda, y otros muchos que pueden verse en Aut. y en Cej. (IX, 553-4). Anteriormente quizá sea algo más frecuente el derivado colectivo sartal, hablando de un collar o sarta de perlas en la Gr. Conq. de Ultr. (p. 497), en los glos. de Toledo y del Escorial («torques», «monile»), en Nebr. («sartal de cuentas: línea calculorum; sartal de aljofar...»).

Hoy en algunas partes encontramos acs. secundarias: ‘cuenta (de vidrio, etc.)’ en Miranda de Duero (um rosairo de sartas de bidro, una bolta de sartas = un collar: Leite de V., Est. de Philol. Mirand. II, 215); «varita delgada y flexible, como la de mimbre, avellano...» en Bilbao (Arriaga), explicable porque suele emplearse para hacer guirnaldas, para ensartar pescado, etc. (pero éste quizá sea vasquismo, de zardan ‘varita’).

Es palabra casi exclusiva del castellano, aunque hoy no es del todo ajena al portugués, especialmente como término náutico «cordame que se fixa nas antenas do navio; enxarcia»; también se registra en el sentido general de «cordƟo de cousas enfiadas» (sarta de figos), pero unos diccionarios lo califican de palabra poco usada y otros de arcaísmo, mientras que los dicc. antiguos (Bluteau, Moraes) ni siquiera registran sarta ni sartal: en efecto, la expresión corriente es enfiada; luego es lícito sospechar que sea castellanismo, o por lo menos será vocablo de origen provincial.

Era tradicional derivar sarta del lat. SĔRTA ‘guirnalda, corona’, voz tardía que sustituye la clásica SERTUM, por lo demás empleada comúnmente en el plural SERTA: propiamente es el participio neutro de SERĔRE ‘trenzar, entrelazar’, ‘juntar’. Ésta es todavía la etimología de Diez (Wb., 486), rechazada por M-L. (REW 7615) por razones fonéticas, que le conducen a partir de SARTUM participio de SARCIRE. Pero SARCIRE sólo significa ‘remendar, reparar’, a veces ‘zurcir’, sea en latín o en romance, y de ahí costaría mucho llegar a la idea de ‘sarta’. Ésta la expresan los dialectos del Sur de Italia, según es de esperar, mediante derivados evidentes de SERTA o de INSERTA: Lacio serta «treccia di cipolle», Manfredonia nserta, calabr. nzérta íd. (Rohlfs, ARom. IX, 169), Abruzo Ƈert, napol. dziert (REW 4458), Bari dùe insárt ‘las dos cuerdas a que van sujetados los canjilones de la noria’ (Giese, WS XVI, 92)1. Y también es de creer que el cast. sarta procede de SERTA y no de SARCIRE, al menos por lo que hace al sentido y a la identidad del vocablo. La á anómala debe de explicarse por un fenómeno del latín vulgar. En latín clásico la en sílaba cerrada se cambiaba en Ĕ en sílaba medial, y así los derivados de partus eran repertus, compertus; de arceo, coerceo, exerceo; de captus, conceptus, inceptus, receptus; de cantus, accentus; de carpere, excerpere, etc. En latín vulgar se produjo un movimiento de reflujo contra esta tendencia, en virtud del cual commendare se rehizo convirtiéndose en COMMANDARE, consecrare en CONSACRARE, refertus en refartus, impertire en impartire y muchos más. Anteriormente se decía exsercire (Terencio, Heaut., 143) como derivado de sarcire, así que el participio exsertus era común a exsercire y a exserere. De esta manera, cuando en latín vulgar desapareció el uso del verbo simple SERERE (que no ha dejado descendientes romances), el sustantivo derivado SERTA quedaba aislado, y había de existir tendencia a relacionarlo con SARCIRE, SARTUS, que seguía bien vivo; por el mismo tiempo, y de acuerdo con la tendencia descrita, debió cambiarse exsercire en exsarcire, y rehacer su participio dándole la forma exsartus, con lo cual era ya inevitable que se consumase la confusión de SERTA con SARTA, atribuyendo a este último todas las acs. de aquél.

De que este hecho se produjo, como ya dije en AILC II, 150-1, tenemos pruebas en nuestra documentación del latín vulgar, pues dos dramáticos algo tardíos, Beda y Albino, identifican sartrix con sertrixsartrix vel sertrix est quae sarcit», Keil, Gramm. Lat. VII, 288.29, 309.28) y lo mismo hacen dos glosarios trasmitidos por códices del S. X, pero sin duda anteriores (CGL V, 513.20, 578.34); sertor está empleado por sartor como traducción de sutor ‘zurcidor’ en CGL V, 514.54; las definiciones de sartus que encontramos en glosas revelan también este acercamiento a sertus, al cual corresponde más bien la definición tan frecuente «conjunctum» (CGL IV, 282.1, 564.37, 388.52, etc.)2. Es posible, por lo demás, que el cambio de SERTA en SARTA no fuese general ni siquiera en la Península Ibérica, pues el anónimo botánico sevillano de h. 1100 define el mozár. šêrta como nombre romance de las cosas enlazadas en serie ordenada, trátese de plantas o de piedras, etc.3, y el ast. ensertar vale ‘hacer sartas de corales, de castañas, etc.’; port. popular sertela «meada de minhocas enfiadas em linhas, a qual, presa na ponta d’uma cana, serve para pescar enguias» (CortesƟo), en Figueiredo sertelha y sertela «aparelho usado na pesca das enguias», como voz provincial.

DERIV.

Sartal [V. arriba]; sartalejo. Šartîn ‘epítimo (planta que vive entrelazada con el tomillo y otras)’, en el citado botánico mozárabe. Sartilla (ej. ant. en Cej.); sartillona arag. [1402, BRAE III, 360, citado acerca de capisayo]. Ensartare. como cuentas: in lineam cogo» Nebr.; muchos ejs. clásicos en Cej., y otros más raros de las variantes sartar y asartar; ensartar cub. ‘enhebrar’ Ca., 109]; ensarta o ensarto ‘sarta’ («pescó un ensarto de viajacas») cub. (Ca., 161).

1 Esta última forma es más probable que venga de INSERTA que de una base con -A- semejante a la española, pues este cambio fonético está muy extendido en los dialectos pulleses: tarra, arva, mmarda, cuparta (Rohlfs, Hist. Gramm. I, p. 183n.).―

2 Otra consecuencia de esta fluctuación alcanzó a sartus participio de sarrire ‘sacar malas hierbas’, de donde serticulum ‘guadaña’ CGL II, 183.2.―

3 Asín, p. 267, quiere leer šarta, pero entonces no se explicaría la vocal larga. Hoy šérţa es ‘grupo de pescados ensartados por las agallas’ en Rabat (Brunot) y šárta ‘paquete de pájaros ensartados por los orificios nasales’ en Argelia (Beaussier).