SALDAR, del it. saldare ‘soldar’, ‘consolidar’, ‘saldar’, derivado de saldo ‘entero’, ‘intacto’, ‘firme’, ‘recio’, que es alteración fonética de soldo, procedente del lat. S֊LէDUS.

1.ª doc.: Acad. ya 1817.

El sustantivo derivado saldo ya se encuentra en L. Fz. de Moratín, poco después de 1800; según Cuervo (Disq., 1950, p. 96) algunos emplean saldo por saldado, lo cual no es imposible en italiano. En cuanto al origen del adjetivo it. saldo, está fuera de dudas que viene de S֊LէDUS, pero la a tónica es anómala; hoy la lengua literaria distingue, aunque no siempre, entre saldo y sòdo ‘duro, que no cede’, y ambas formas se encuentran desde los orígenes del idioma literario: aquélla en Dante y Petrarca, ésta en Boccaccio, etc.1. M-L. (REW 8069) y Migliorini suponen que saldo sea debido a un cruce de SOLIDUS con VALIDUS, pero como éste no ha dejado descendencia romance, este cruce ya habría debido producirse en latín, lo cual no es verosímil por la falta de testimonios latinos y la ausencia del fenómeno en los demás romances. Indudablemente este duplicado ha de ponerse en relación con la vocalización de la L preconsonántica, tan extendida en los dialectos italianos y aun toscanos, con la velarización de la A ante L que se nota sobre todo en Lombardía (cold CALIDUS), pero también en el Véneto, etc., y con la existencia de duplicados toscanos, tales como talpa y topo, -a, malta y mota, salma y soma (Rohlfs, Hist. Gramm. I, pp. 78-80, 402-3); en una palabra, saldo obedecerá a una ultracorrección de sodo y soldo, según el modelo de caldo frente al alto-it. ant. coldo y el dialectal coddu; comp., en Fr. Guittone d’Arezzo, aldo = it. odo AUDIO, galdendo = it. godendo GAUDENDO, etc. V. mis Estudios de Ling. Ítalo-Hispánica en NRFH 1956. A lo sumo podrá concederse que el recuerdo más o menos consciente del lat. validus pudo ayudar a que se consolidara entre los cultos la ultracorrección saldo.

DERIV.

Saldo [h. 1800, V. arriba], tomado del sustantivo it. saldo, derivado de saldare. Saldista.

1 Saldare se documenta también en un texto pistoyés de 1259 (Rohlfs, It. Gr. II, 342).