RIZAR, alteración de erizar ‘encrespar’: la variante enrizar reúne los sentidos de ‘erizar’ y ‘ensortijar el pelo’; en cast. el vocablo debió de imitarse del it. arricciare ‘erizar’ y ‘rizar’, derivado de riccio ‘erizo’.

1.ª doc.: enriçar, 1570, C. de las Casas («arricciare»; sólo en la parte it.-castellana); rizar, 1599, G. de Alfarache.

Otros ejs. tempranos: «deja ya de mirarte en la agua clara, / Silvia, y de estar enrrizando el cabello» Diego de Mendoza (en cartapacio formado por su contemporáneo Morán de la Estrella, h. 1585, BRAE I, 46), «sin toca ni con otra cosa adornada que con sus mesmos cabellos, que eran sortijas de oro, según eran rubios y enrizados» Quijote (II, xlix, Cl. C. VII, 247), «el sol, su cabello enrriza / en las lágrimas de yelo / con qu’el campo fertiliza» Lope (El Cuerdo Loco, v. 385), «de puro afeminados se componen, atavían, encrespan, alcoholan, y traen copetes enrizados como vanas mujercillas» Alfarache de Martí (Rivad. III, 391). Cej. V, pp. 486-7, reúne muchos ejs. de enrizar y unos pocos de rizar, todos de alrededor del a. 16001; enrizar y enrize por ‘rizar’ y ‘rizo’ es como hoy sigue diciéndose en Cuba (Pich., p. 103), desenrizar en Andalucía (RH XLIX, 423). De rizar, menos frecuente al principio, los primeros testimonios se encuentran en la Sylva de Fr. Antonio Álvarez (publ. de 1588 a 1603), y en el Alfarache de Mateo Alemán: un ej. en Cejador, y además éste que contiene rizado sustantivo, no sé si en el sentido de ‘acto de rizarse’ o de ‘hombre rizado’: «lo que es tratar de rizados y más porquerías, no lo alabo ni a los que en España lo consienten; cuanto más a los que lo hacen» (Cl. C. I, 68.8)2; después hay ejs. posteriores, de Góngora, Aut., etc. Del sustantivo rizo abundan los ejs. desde Fr. L. de León, y sigue muy vivo, lo mismo que rizar, hasta la actualidad. Uno de riça en Torres Naharro (1517) es el más temprano que conozco de toda esta familia (vid. el índice de la ed. Gillet), y no es extraño que se encuentre en autor tan italianizado. Hoy está anticuado el adj. rizo ‘rizado’, que era frecuente en el Siglo de Oro: «riço: inanellato» C. de las Casas; «las plumas riças» Góngora, a. 1588 (ed. Foulché I, 104); «era blanco, rubio, colorado, rizo, y creo de naturaleza tenía los ojos grandes, turquesados» G. de Alfarache (Cl. C. I, 68.12), «aquel valentón, / aquel Rrodamonte, / aquel carilindo / del rrizo vigote» Rosas de Oquendo (RFE IV, 365), «mancebo galán, atildado, de blandas manos y rizos cabellos» El Amante Liberal (ed. Hz. Ureña. p. 100), «seis tocas rizas» Lope (Peribáñez II, xxiv, ed. Losada, p. 150; otro en Fuenteovejuna I, v, p. 26), «¡qué diestras cuatro mozuelas / van ocupando los puestos, / dando el cabello a los aires, / grande, limpio, rizo y negro!» Quiñones de B. (NBAE XVIII, 667).

Riçar o cabelo y cabelo riço existen con los mismos sentidos en port., y aquél ya se encuentra en Rodrigues Lobo (princ. S. XVII: Moraes); es de notar que ninguno de los dos está todavía registrado en Bluteau (1715) y el segundo ni siquiera en Moraes, lo cual puede interpretarse como indicio de una aparición muy tardía. Tampoco en cast. lo encuentro en fuentes anteriores a 1570, a pesar de una insistente búsqueda en glosarios y autores más antiguos. Así ignoramos cuál era la pronunciación antigua de la z, si sonora o sorda, pues claro está que los testimonios de fines del S. XVI ya no tienen autoridad en este punto; es verdad que los pueblos de Cáceres donde hoy distinguen los dos fonemas, pronuncian rizo con sorda la mayor parte, así en el sentido de ‘cabello ensortijado’ como en el de ‘viruta’, pero no faltan algunos donde se oye con sonora (Espinosa, Arc. Dial., 81).

No se ha propuesto hasta ahora otra etimología atendible que la de Diez (Wb., 269), aceptada por C. Michaëlis (KJRPh. IV, 342; RL XIII, vid. Nascentes) y M-L. (2897), que parte del lat. ERզCIUS ‘erizo’; lo probable es que el cambio de sentido y de forma se produjera en el verbo erizar, cambiado en enrizar o rizar. Esta idea se apoya fuertemente en el it. riccio ‘erizo’, ‘rizo’ y ‘rizado’, arricciare ‘erizar’ y ‘rizar’: son palabras antiguas en el idioma, pues aquél ya se encuentra en Berni († 1535), en Aníbal Caro († med. S. XVI), etc. De hecho algunos de los ejs. más antiguos del cast. enrizar significan todavía ‘erizar’: «la gallina, cuando se abate el milano a sus polluelos, se enriza» Fonseca, Vida de Cristo (1596), «para que la tez y sobrehaz del agua se enrice y haga mil escarchados, basta un muy sutil viento» Valderrama (Cej.). Teniendo en cuenta estos hechos, la etimología de Diez me parece indudable. Sin embargo, es extraña la aféresis de la e- en castellano y portugués, hecho tan frecuente en it. (romito EREMITA, rena ARENA, ruca, ruga ERUCA, y el propio riccio como nombre de animal ERICIUS) como inaudito en la Península Ibérica; por otra parte la fecha tan tardía en iberorromance, la ausencia total en Francia3 y en catalán4 y la circunstancia de que sólo en Italia se encuentre riccio ‘erizo’ con aféresis, son otros tantos indicios de que el vocablo debió imitarse de Italia, adaptándolo a la fonética hispánica, según el modelo de laccio = lazo, sucido = sucio, liccio = lizo, rossiccio = rojizo y centenares de casos análogos; esto puede explicar la vacilación extremeña en la calidad de la interdental, y la supervivencia del consonantismo italiano en el caso del gall. richa ‘virutas’5 = it. dial. ricci íd.6.

La falsedad de la etimología de GdDD, n.º 5503, *(E)RECTIARE, es evidente; en cuanto al alav. rezar ‘persistir, estar en vigor’ ‘tocarle a uno, tener relación con él’, viene de rezar RECITARE en frases como esto no reza para él.

Rizo ‘pedazo de cabo blanco para recoger una vela, con objeto de disminuir su superficie’ [1738, Fernández, en Jal], vocablo sin parentesco con rizo ‘pelo ensortijado’; aquél se tomó del fr. ris íd. [S. XII, Wace], el cual a su vez es un antiguo plural tomado del escand. ant. rif íd. (Sjögren, Rom. LIV, 402); de ahí deriva arrizar término náutico ‘coger rizos’ [S. XIX y algún ej. quizá anterior en DHist.], ‘atar, como término náutico’, ‘colgar, ahorcar’ [1604, G. de Alfarache; y otro ej. de Cabrera en Cej.]; gall. «unha vela rizada» (Castelao 219.21).

DERIV.

Rizo (V. arriba). Rizoso. Arrizar (V. arriba). Enrizar ‘rizar’ (V. arriba); enrizado; enrizamiento. Desrizar [princ. S. XVII, Paravicino].

1 Agréguese el de enrizar de B. de Villalba (1577) citado por Fcha., y otro de enriscado ‘crespo’ en Fr. Luis de León, allí mismo, que quizá deba leerse enrisçado.―

2 Cej. aduce un ej. de Fr. Antonio de Guevara que sería anterior a todos, pero en este lugar se lee en la ed. de los Cl. C. (109.5) «justicias que te atemoricen» (y no aten o ricen, corruptela evidente).―

3 El último puesto avanzado del tipo italiano se encuentra en Valsoana riθü ‘rizado’. Nada más en el FEW III, 238-9.―

4 Hoy se emplea ris ‘rizo’ y arrissar o rissar ‘rizar’, pero son préstamos modemos, sólo recientemente admitidos por el Institut d’E. C. Más antiguo es rínxol ‘rizo’, que se tomó directamente del italiano.―

5 Y los derivados arricharse ‘ponerse crespo, áspero de enfado’ (P. Sobreira), ‘atreverse’ (Vall.), ‘irse animando y atreviendo’, ‘perder la cortedad’ (DAcG.), ‘animarse, decidirse’ (Lugrís); y por otra parte ‘atusarse el pelo’ (Vall.): «un sarxento de bigote arrichado, fumando un puro» Castelao 177.10.―

6 Risulíȧ y rišulíȧ íd., llegan hasta los valles provenzales o francoprovenzales del Piamonte (FEW).