REZÓN, ‘ancla pequeña’, del mismo origen incierto que el cat. ruixó y el fr. ant. roisson, resson; quizá de un lat. vg. *ROSTRIO, -ONIS (cuya segunda R desaparecería por disimilación), derivado de ROSTRUM ‘pico de ave’, ‘espolón de nave’, ‘espolón de tres puntas’.

1.ª doc.: resón, 1587, D. García de Palacio (fº 152v°); rezón, E. de Terreros.

Resón se encuentra también en Lope de Vega, refundición del 3.r acto de Barlaán y Josafat, v. 742 (ed. Montesinos, p. 302). Terr.: «rezón o arpeo, en la Marina, garfio que sirve para tirar del bordo de un navío encallado, fr. tirebord» (así también en Fz. de Navarrete). Jal registra ambas variantes sin documentación, con la definición «grappin». La Acad. admitía rezón ya en 1925 (no 1884), con la definición «ancla pequeña de cuatro uñas y sin cepo, que sirve para embarcaciones menores» copiada del dicc. marítimo de Fz. de Navarrete (1831)1. Pereda empleó la variante rizón en Sotileza (p. 565), y G. Lomas la define «ancla de tres brazos»; la misma variante se emplea en el gallego de Finisterre (VKR X, 208).

Italiano rizzone «ancorotto a quattro marre», documentado sólo desde Stratico (princ. S. XIX) y Roffia (publ. en el S. XIX, pero al parecer ya recopilado en el S. XVIII: Diz. di Mar.). En francés Guillet en 1678 recoge érisson y risson «ancre, grappin à 4 bras» y esta última forma según Jal es también del dialecto occitano de Provenza; pero las formas antiguas son otras, roisson en un ms. de 1550 y pico («fault aussi en une galès trois roissons et une anchre de respit», Jal, 1291b) y resson en un inventario marsellés de 1525 («ung resson et une petite ancre pour tonnager, et le fer de la barque» Jal, 1280a).

El idioma donde el vocablo presenta arraigo más antiguo es el catalán. Hoy ruixó es en la Costa de Levante «àncora de quatre puntes, de forma semblant a la d’un cercapous, emprada per les embarcacions de pesca» (BDC XII, 63); igual en Valencia (Misc. Fabra, 338b); en Sant Pol de Mar conocen el vocablo aunque no se emplea, pero muy cerca de ahí el blanense J. Ruyra escribía: «gussi, rems, veles, ruixó, palanqui, palangrons...» (Pinya de Rosa II, 167); en Tossa designa un garfio para sacar objetos de pozos y lugares análogos (Ag.); Jal cita otra variante moderna reixó (que él grafía recho). Documentación antigua: raxó invent. mallorquín de 1352 (Rubió, Diplomatari, p. 269), «item russon d’ormegar» Barcelona 1354 (Jal, 1300b), «l’ancora o·l rusó» poema de la expedición catalana a Córcega en 1393 (RH IX, 251), «barcam... cum suis arboribus, anthenis, velis, ruxonis, squiffo et corredis» a. 1451 archivo de Perpiñán (Jal, 1301a), «un ruxó de ferre petit ab 4 marres» Barcelona 1467, «un ruxó de ferre ab 4 marres, la una trencada» íd. íd. (Ag., s. v.), «un ruxó de ferro ab 4 mapes, la una trencada» íd. íd. (Ag., s. v. mapa), «dos ruxons ab 4 mapes grans e tres petites, les dos de quatre marres e una de 3 marres»2 íd. 1489 (Moliné, Consolat de Mar, p. 369).

El origen es oscuro: la forma hérisson es puramente francesa y de fecha reciente, debida a una comprensible etimología popular, por lo tanto hay que renunciar a identificar el vocablo con hérisson ‘erizo’, como hacen el FEW (III, 239a) y la Acad., lo cual no podría explicar las formas catalanas ni las del fr. ant. La oposición entre la x cat., la z cast. y el grupo ȳss del fr. ant. haría pensar en una base con -SC?- o -ST?-3, pero ninguno de los étimos que así se encuentran satisface del todo. Suponer que un gót. *HRAUSTJÔ derivado del germ. HRAUSTJAN ‘asar’ (a. alem. ant. rôsten, o bien de rôsta ‘parrilla’), tomara el sentido de ‘asador’ y de ahí pasara a una ancla pequeña de puntas poco salientes, es una combinación algo audaz semánticamente, tanto más cuanto que HRAUSTJAN sólo está documentado en germánico occidental. Peor es todavía desde el punto de vista semántico un *RէSCIO, -ONIS, derivado del lat. RISCUS ‘canasta’, lat. vg. *RէSCIA íd. (REW 7333) ―pues la semejanza de forma es muy imperfecta―, y dudoso un *RESTIO, -ONIS, derivado de RESTIS ‘cuerda’, pues al fin y al cabo todas las anclas necesitan una cuerda o cable, aunque quizá se podría sugerir que siendo pequeño el rezón le bastaba una simple cuerda y no un CAPULUM o una gúmena; así y todo esta idea (quizá la menos aventurada) no me contenta mucho4. El cast. arrejaque o arrejaco ‘garfio de hierro con tres puntas torcidas que se usa en algunas partes para pescar’ corresponde al ár. rašâqa ‘tridente’, bien documentado en hispanoárabe (Dozy, Suppl. I, 531b) y perteneciente a una conocida raíz arábiga, pero el caso es que las formas españolas parecen tomadas de un masculino o colectivo correspondiente *rašâq; ahora bien, si comparamos con Ȑanbîq > cat. alambí ‘alambique’ y con tabaq > cat. tabà ‘atabaque’ por una parte, y con Ȑazraq > aladroc por la otra5, reconoceremos que una adaptación de *rašâq en reixó sería posible; entonces la forma cast. y las demás romances tendrían que ser préstamos del catalán6. Pero esto es también una combinación complicada y no del todo convincente7. Ni siquiera con carácter provisional puedo decidirme entre las dos últimas etimologías; las otras son menos probables.

Lo menos arriesgado al fin y al cabo, aunque hipotético, me parece postular un lat. vg. *ROSTRIO, -ONIS, deriv. de ROSTRUM ‘pico de ave’, puesto que se empleaba también para varias puntas o garfios de hierro: ‘punta de una podadera’ (Columela), ‘reja de arado’ (Plinio), y en particular la ac. muy conocida y vivaz ‘espolón de navío’ (de donde rostra, -orum» ‘la tribuna adornada con espolones de las naves vencidas’, columna rostrata, corona rostrata), a menudo el rostrum de las naves tenía tres puntas (rostrum trifidum), con el cual pudo compararse fácilmente el ancla pequeña de 3 o 4 puntas, y el tridente, llamándolos *ROSTRIO. La disimilación en *ROSTIONE era casi fatal (comp. el port. y cast. dial. rosto ‘rostro’), y el resto de la evolución fonética se explica por sí mismo.

1 Parece ser la forma que corre en Andalucía, pues A. Venceslada la emplea en su artículo retador.―

2 Mapa es ‘brazo de ancla’, mientras que marra parece designar cada una de las puntas de la mapa. Ambas son palabras conocidas, aunque algunos las confunden.―

3 La grafía resón de G. de Palacios no tiene valor: abundan ya los casos de seseo en ese texto publicado en Méjico.―

4 Fonéticamente téngase en cuenta que la asimilación e-ó > o-ó es normal y aun general en catalán, y en nuestro caso la o podía pasar a u por influjo de la palatal siguiente.―

5 Comp. además sicló < siqlab ‘ciclán’, xarop junto al cast. jarabe, y aun quizá albatros junto a alcatraz.―

6 P. ej.: cat. ruixó > oc. roisson > fr. roisson más tarde reducido a resson > cast. rezón; por otra parte, con influjo de hérisson: fr. (é)risson > it. rizzone, santand., gall. rizón. Quedaría la variante ru(s) del S. XIV, algo extraña por su repetición si no era más que una grafía imperfecta de ruxó.―

7 Es dudoso que ruixó esté en relación con el oc. mod. reissolo «filet de pêche à mailles serrées», o con el cat. famil. tocar ruixola ‘marcharse’ (así en Gerona: ¿propiamente ‘levar anclas’?).