RELIGIÓN, tomado del lat. relĭgĭo, -ōnis, ‘escrúpulo, delicadeza’, ‘sentimiento religioso’, ‘creencia religiosa, religión’.

1.ª doc.: Berceo.

Cuando los feligreses están en desacuerdo sobre la elección de obispo, la Virgen toma cartas en el asunto hablando «a un omne católico, bien de religïón» (Mil., 308a), donde ya vemos el vocablo en un sentido bastante abstracto, aunque en este poeta abundan los matices más concretos, en que religión se acerca a ‘comunidad o vida religiosa’ («buscó algún logar de grant religïón» 350b, prender religïón ‘hacerse monje’ 886d). Era voz de tono muy culto por entonces, como lo revela la diéresis constante. Está también en APal. (205d, 208d, 228d, 415d), Nebr., etc., y en el idioma literario ha sido siempre de uso general; pronto penetró en la lengua hablada, como lo revela la frecuencia con que Santa Teresa emplea la forma vulgar relisión (Moradas, Cl. C., 27, y passim), nacida de una ultracorrección de la palatalización popular que vemos en quijo por quiso, o en el generalizado tijera (comp. rellisió en el cat. de Mallorca, BDLC XIII, 130-1). La ac. ‘veneración, respeto’ en que emplea religión Fr. L de Granada (Guía de Pec., Cl. C., 83) es latinismo ajeno al lenguaje común.

DERIV.

Religionario ‘protestante’ [Aut.]; correligionario [Acad. S. XIX]. Religionista antic. ‘religionario’ (S. XVII, Aut.). Religioso [Berceo: «de Clunniego abat, / barón religïoso de muy grant sanctedat» Mil., 218b; ‘devoto, que cumple con la religión’ J. Ruiz 1172d; m. ‘monje’ íd. 493b; -osa f. ‘monja’ ibid. y 1443d, con variante relisiosa, y con sinéresis constante en J. Ruiz], de religiosus íd.; religiosidad [fin S. XVII, Aut.].