REJA II, ‘red de barras de hierro que se pone en las ventanas’, voz hermana del cat. y port. reixa íd., de origen incierto; probablemente hay parentesco con el oc. reja íd., alto-it. reza e it. ant. regge ‘puerta de la iglesia’, ‘verja que separa a los fieles del altar’, procedentes del b. lat. porta regia ‘puerta de la casa del Señor’, pero las formas hispánicas presentan una -x- antigua que está en desacuerdo con esta etimología; como en port. y en cat. ant. reixa designaba cada uno de los barrotes de una reja, parece que en la Península Ibérica hubo fusión del b. lat.
1.ª doc.: rrexa, 1475, Guillén de Segovia, 51 y n.
Tampoco ha habido jamas confusión en catalán, donde frente a rella ‘reja de arado’ tenemos reixa ‘reja de puerta o ventana’, documentado desde un siglo antes que en cast.: «a·n Pere Alemany, ferrer de la ciutat, per unes rexes que féu en una finestra de la capella de la sagrestia del dit palau»; doc. barcelonés de 1373 (Homen. a Rubió i Lluch II, 516), «qui vol guardar / tal bestiar [las mujeres] / ... / no hi basten cans, / murat castell, / loba, pastell [‘pestillo’], / rexa, grilló...», «[las monjas para verse con sus amantes suelen] fermar; escales, / tirar esportes, / rexes e portes / fer levadiçes» Jaume Roig, h. 1460, vv. 8493, 5460; docs. de la Seo de Urgel de 1469 y 1573 (Homen. a Rubió i Lluch II, 470, 474); y V. varios ejs. del S. XV en Ag.; además es antiguo el derivado reixat ‘verja’: «paguí a·n Joan Janer, fuster, per cloure lo rexat del cancell del ort de la Lotge, per gats que hi entraven», doc. barcelonés de 1404, y otro análogo de 1477, «clau feta per la porta rexada» doc. de 1440 (Moliné, Consolat de Mar, pp. 350, 336, 350), y otros semejantes algo posteriores en Ag.; como adjetivo significa ‘rayado (hablando de un paño)’: «una pessa de tovalloles de drap de lli rexada», inventario de Auziàs Marc, a. 1458 (Rom. XVII, 198). Insisto, pues en que el cat. reixa se encuentra, y con frecuencia, desde una centuria antes que la voz castellana1, lo cual basta para descartar la etimología de Körting (7912) y M-L. (REW 7177)2, quienes confundiendo reja de ventana y reja de arado atribuían a las dos palabras la etimología RୱGŬLA ‘barra, bastón recto, regla’, y admitían que el cat. reixa era castellanismo3.
Por lo demás, nadie ha propuesto etimología aceptable: por evidente imposibilidad fonética descartemos sin discusión el *RALLIA de Carolina Michaëlis (Misc. Caix, 149), el RETէCŬLUM de Diez (Wb., 483)4, y el *RĔSTէA o *INRESTIARE de Subak y Tallgren (l. c.), derivados de RESTIS ‘cordel, ristra’, que habría dado *rieza en cast. y *rixa en cat., y que además no conviene por el sentido.
Nuestro vocablo además existe en portugués (y gallego) y también en Portugal tiene la forma reixa, algunas veces rexa; como en cast., el sentido es «grade de janela» y «gelosia» (Fig.), pero a juzgar por los datos de Moraes y Bluteau lo antiguo parece haber sido que reixa designara cada uno de los barrotes de una reja y otros objetos semejantes: «janellas de pedraria com reixas de ferro» ‘barras’ en Luis de Sousa (a. 1619), «nƟo mette reixa sem tirar reixa» frase proverbial ‘nƟo faz nada sem interesse’ en la Ulisipo (h. 1550); lo notable es que igual puede tratarse de un barrote de madera «huma caixinha feita de reixas mui delicadas» en Fr. Jacinto de Deos (1690), ac. que subsiste hasta la actualidad según Fig.; «reixa do cadeado», ‘barrita de hierro del candado’, en Bento Pereira (med. del S. XVII).
Importa llamar la atención sobre el hecho de que en catalán antiguo reixa tuvo también este último significado, pues se lee en un doc. de la Catedral de Barcelona «et cadenad qui habet duas rexas» (Dicc. Balari, s. v. cadenat): ignoro la fecha, quizá sea del S. XIII a juzgar por la arcaica grafía cadenad; recuérdese que en el doc. de 1373 se habla también de les reixes d’una finestra, en plural, lo cual implica igualmente la ac. ‘barrote’; leemos también rexes en la Faula del mallorquín Guillem de Torroella, escrita hacia 1380, vv. 807 y 933 (reyes en el verso 648, ed. Llabrés) hablando de las rejas tras las cuales yace el rey Artús. En todos los pueblos de Cardós y Vall Ferrera recogí reixa en el sentido de ‘quicio’, o sea ‘anillo donde entra el espigón de la puerta’, pero quizá se trate más bien (al menos originariamente) del espigón del quicial5.
No habiéndose propuesto hasta ahora etimología atendible hay que empezar la investigación por el principio. En catalán oriental reixa se pronuncia con e cerrada, lo cual en esta posición indicaría un antiguo diptongo AI6; por otra parte, la x del castellano antiguo sólo puede venir de X o de SS?, lo cual nos llevaría, como única base adecuada al cat. y al cast., a un *RAXA o *RASSIA. Pero esto sería partiendo del supuesto de que el vocablo sea heretitario en ambos idiomas, lo cual nunca es seguro cuanto se trata de voces de la cultura material, sobre todo si corresponden como ésta a un nivel de civilización bastante adelantado. Así, pues, como para la base citada no se ve ninguna etimología posible, hemos de admitir la posibilidad de un préstamo.
Y así ya no es tan sorprendente ver que en lengua de Oc el vocablo presenta una forma harto inesperada: reja o rieja. Mistral registra riejo, langued. riège, f., «grille de fer», Vayssier anota en el Rouergue orrièje f., con la variante rièche7 «grille en fer placée a une fenêtre», y el tolosano Goudoulì en el S. XVII empleó rajat o rejat «grille ou grillat de fer» (glosario de sus obras). Ahora bien, esta voz occitana es ya antigua: Pansier recoge rieja en un doc. aviñonense de 1376, y en Levy y Raynouard hay casi una docena de ejs., todos procedentes de Provenza o Languedoc, desde fines del S. XIII.
Nadie ha estudiado hasta ahora el origen de esta palabra occitana, pero es evidente que debe relacionarse con el toscano regge, empleado por Dante y ya documentado en 12848: en italiano significaba no sólo «porta di chiesa», sino también, con sentido más próximo al occitano e hispánico: «i tramezzi che dividevano la parte della chiesa destinata al popolo da quella dove si celebravano gli uffici». Fuera de Toscana el vocablo se encuentra en el Norte de Italia: lomb. ant. le reçe (en la Parafrasi del Neminem laedi nisi a se ipso, AGI VII, 1ss.), Vicenza reza, rezia «la porta maggiore del duomo», igual en Módena, rieza grande en doc. de Treviso de 1380, reza en una Crónica de Carrara, Gardena rëśes f. pl. ‘portón de la iglesia’, y con sentido secundario Fanano reggia «colonnetta quadra di sasso che s’usa nelle finestre e nella porta degli edifici» (Bertoni, ARom. V, 53-54).
A pesar de las dudas de Bertoni se impone la etimología de Salvioni (AGI XIV, 213; REW3 7169a) b. lat. regia, que además de ‘puerta grande de la iglesia’ designa los «cancelli in ecclesiis qui vulgo separant chorum seu sanctuarium a navi», documentado en docenas de ejs. por Du C., principalmente procedentes de Italia, pero en la primera ac. ya se encuentra en Gregorio de Tours (S. VI); como indica Du C., lo mismo se decía πύλαι βασιλικαί en griego, de suerte que regia es evidentemente abreviación de porta regia, sea en el sentido de ‘puerta de la casa del Señor (= rey)’, sea más bien como calco mal entendido de la expresión griega, donde se entendió βασιλικóς en el sentido etimológico de ‘real, regio’, en lugar de ‘perteneciente a la basílica’. No hay grandes dificultades fonéticas, pues algunas de las formas dialectales italianas, que causaban escrúpulo a Bertoni, pueden ser préstamo de otros dialectos, y el diptongo ie del oc. y de varias formas italianas se explica perfectamente en un antiguo cultismo eclesiástico, por la pronunciación abierta que se dió a todas las ee en bajo latín. Pero si todo está bastante claro por lo que hace a Italia y al Sur de Francia, las formas hispánicas presentan la grave dificultad de la x, inexplicable con la base regia. Es verdad que algunos diccionarios port. (Vieira, Fig.) afirman que también se emplea reja con el valor de reixa, pero es dato incierto por falta de fuentes y localización9. Por lo demás nótese que no es ésta la única anomalía fonética, pues en catalán hay una variante retxa, minoritaria por cierto, pero bien segura y nada fácil de explicar10.
Es probable que rexa, que vemos aparecer en Castilla en fecha tan tardía, entrara en España desde Francia o Italia, y sabido es que los extranjerismos están siempre expuestos al cruce con otros vocablos, lo cual explicaría estas anomalías fonéticas. ¿Qué vocablo sería el agente de la alteración? Se podría pensar en varios, pero todos ellos tienen el inconveniente de encontrarse en Francia y no en España, mientras que nuestra x sólo se encuentra en la Península Ibérica11. Lo más cierto me parece ser que hubo encuentro con un arabismo.
El ár. rîša es propiamente ‘pluma’, voz de uso general y antiquísima en este idioma (ya está en el Corán o en El Hombre y la Bestia, del S. X; hoy sigue siendo usual en Argelia, Marruecos, etc.). Pero en vulgar tomó otras acs. diversas, entre ellas la de ‘fístula en el ojo’, con la cual pasó al cast. rija12; además es ‘rayo de una rueda’ (PAlc.), «bras de l’ancre», «aviron», «nageoire» en Rabal (Brunot), «aile de moulin à eau», «palette de la roue», «aube», «côté de la pioche en forme de hache», «appendice sternale», «rayon de la roue du rouet» en Argelia (Beaussier), sin contar con las acs. técnicas ‘franja’ (Marçais), ‘fleco’ (Lerchundi), «lancette» y «aigrette», documentadas en Argelia, Egipto y Siria (Dozy, Suppl. I, 575). Es decir, ha designado varios objetos en forma de varita o bastoncito. Luego no hay inconveniente en derivar de ahí el port. y cat. ant. reixa en el sentido de ‘barrita’ y ‘barrote’, y aunque no es probable que reja ‘red de barrotes de hierro’ venga puramente del árabe, sin relación con el oc. reja, it. regge y b. lat. regia, sí es perfectamente plausible que al entrar en España, procedente de Italia, este término de Iglesia, se produjera una inextricable confusión fonética y semántica entre los dos vocablos. La ac. del ár. rîša ‘rayos de la rueda’ se conserva en la parte romance del País Vasco-Navarro, donde rejas son dos travesaños de la rueda del carro viejo, menos gruesos que el miul (Aranzadi, en Folklore y Cost. de Esp., Barc. 1931, I, 318-31).
DERIV.
Rejado. Rejal. Rejero. Rejería. Rejerío cub. ‘conjunto de raíces’ (Ca., 195). Rejilla; cub. enrejillar ‘poner rejilla a los asientos’, enrejillador ‘el que la pone’ (Ca., 72). Rejuela; rejola ‘enrejado de hierro de las antiguas galeras’ (Fcha.). Enrejar ‘cerrar con rejas’ [-x-, Nebr.]; enrejado [íd. íd.], ast. enrexáu ‘rejado’ (V).
1 Ésta la he buscado vanamente en todos los glosarios de autores medievales, en el de inventarios y docs. eclesiásticos toledanos de los SS. XIV-XV puesto a mi disposición por don A. Castro, en los glos. de h. 1400 publicados por el mismo filólogo, en Oelschl., etc.― ↩
2 Seguidos por G. Viana (Apost. II, 358) y M. P., Dial. Leon., § 10. Pero este lingüista posteriormente rectificó el error en forma implícita al reconocer que «por la pronunciación y la ortografía se distinguían antes rexa de ventana y reja de arado», Antología de Prosistas, p. 6.― ↩
3 Adviértase que la adaptación fonética sería extraña de todos modos. En los castellanismos modernos la j castellana suele transcribirse por k (majo > maco, jefe > quefe), en los antiguos por j ( = Ȥ); la adaptación reixa sólo sería concebible de haberse tomado el vocablo en el corto período de fines del S. XVI en que la j cast. pasó por la fase š para llegar a ི desde Ȥ.― ↩
4 Desorientado por la creencia de que relha en portugués significa ‘reja de ventana’, pero en realidad sólo es ‘reja de arado’.― ↩
5 El catalán conserva en varios puntos otras acs. que están lejos de la reja común: en Valls y otros puntos del catalán oriental es una puerta de barrotes de madera, y reix es un conjunto de troncos atados para trasportar madera por el río en catalán occidental (Griera, Tresor), lo cual recuerda notablemente el ár. rîš, colectivo de rîša ‘rayos del carro’, ‘paletas de la rueda de molino’, etc. En Alboraia (Valencia) reixa es el enrejado de una criba (BDLC XII, 298).― ↩
6 Una E abierta latina se habría cambiado en i ante palatal; una antigua E cerrada (ୱ o է) se pronunciaría è abierta en cat. oriental; verdad es que ante la palatal x hay alguna rarísima excepción (péix PէSCEM), por lo cual sería bueno conocer la pronunciación balear, que entonces debería ser ༱. Pero Forteza, Figuera y Amengual ni siquiera registran el vocablo: no sé si por casualidad (el t. II de este dicc. es sumamente incompleto).― ↩
7 Como a la x catalana corresponde en el Rouergue ȳss, esta forma no debe relacionarse con las hispánicas: se tratará de una pronunciación del Sur del departamento, donde como en el Tarn se ensordece la j. Pero no hay que pensar en explicar las formas hispánicas por un préstamo procedente de esta zona languedociana, primero porque debe de tratarse de un fenómeno muy moderno, y después porque generalmente es sonido africado (Ƈ o ts). No hay manera de saber la extensión del área actual del vocablo en el Sur de Francia porque en los mapas grille y claie del ALF (n.° 1588 y 1504) la voz francesa grilho aparece en todo el territorio.― ↩
8 Esta forma en -e, que no es plural como dice M-L., se explica por un metaplasmo como el de le armi ‘las armas’, o singulares del tipo de aste, arpe, coste (por asta, arpa, costa).― ↩
9 Bluteau y otros lexicógrafos posteriores afirman que el port. reixa se tomó del cast., lo cual explicaría entonces la variante reja. Pero es muy difícil apreciar el valor de tal afirmación, a la que los lexicógrafos portugueses son bastante propensos. No doy con datos port. anteriores al de 1550 que he indicado arriba, y sería útil encontrarlos. Que ha habido confusiones de reixa con otras palabras en gallego-portugués lo sugiere, además del reja arriba citado, el hecho de que en Noya se llame rexa lo que se dice relha en Pias (J. L. Fernández, VKR XI, lámina de la p. 288) y en puntos del Norte de Portugal (Fig.), a saber, cada uno de los travesaños que sostienen por debajo el fondo del carro. Sin embargo, este rexa podría ir con el reixa ‘barrote’ que he citado antes. Sea como quiera, los varios significados del port. reixa que no existen en cast., prueban que si realmente es palabra advenediza en Portugal, ha de ser ya antigua en este país y con vida autóctona.― ↩
10 El barcelonés Jer. Pau h. 1490 tilda de incorrecto retxat por rexat (Bol. Acad. B. L., 1950, 148). Retxa para ‘reja’ se pronuncia en el Campo de Tarragona según Ag., y este diccionario registra esta grafía en dos docs. antiguos, uno del S. XV y otro de Gerona; por mi parte anoté ࿉༱Ƈཙ, para la que tapa una mina de agua, en la ciudad de Tarragona (pero ࿉༱ša en los pueblos cat. de Teruel), «la casa del retxat del verger de la Lotge» en doc. barcelonés de 1486 (Moliné, op. cit., p. 338); en Sant Feliu de Guíxols sería ‘ventanita en el bajo de una casa’ según entendió Griera (BDC XX, 124), pero ahí debe de haber interpretación algo inexacta del dato del corresponsal del «Diccionari de Dialectes» del Institut, pues yo mismo oí ࿉༱Ƈə no mucho más al Norte, en Ventalló, aplicado a las aspilleras, que me definieron: «són aquelles retxes per tirar»: seguimos pues dentro de la idea de ‘raya o hendedura angosta longitudinal’. Esto nos recuerda el mall. retxa ‘raya, línea’ (pron. ࿉༱Ƈཙ, BDC V, 25), voz de origen completamente oscuro, que además significa ‘venero, línea horaria en los relojes de sol’, y ‘lista en un paño’, retxat ‘listado’, equivalente del cat. reixat que cité antes; en Marratxí retxa ‘rayo de sol’ (BDC XX, 124). Es verosímil que además exista en algunos lugares valencianos una tercera variante rẹ(t)ja con sonora, igual a la forma occitana e italiana. Al menos encuentro una Caseta de les Rẹཡes en Albaida, y una partida Les Rẹཡes, siete kms. más al Norte, entre Palomar y Bufali. Recuérdese que en la región de Albaida no se produjo nunca el ensordecimiento de ཡ en Ƈ (como en el valenciano central), ni di con ejemplo alguno de tales confusiones en este valle. No me consta si el vocablo sigue vivo allí, fuera de la toponimia, ni cuál sería su sentido preciso, pero desde luego el empleo con artículo revela que allí ha sido o es apelativo el vocablo; y así la acepción ‘enrejado’ como las varias acepciones en torno a la noción de ‘barrote, vara, línea’, son muy aplicables como nombres de tales lugares. Igual que el cast. lista, el cat. retxa puede haber designado primero un ‘bastoncito’, de donde ‘raya’; y así enlazaría con los sentidos del ár. rîša, de que voy a ocuparme; es cierto que el š arábigo suele dar x catalana y no tx, pero en los préstamos de idiomas heterogéneos las irregularidades no son de extrañar. Amengual dice que el mall. retxa vale también ‘racha de viento’, y el cast. racha viene del ár. ráǤǤa. Milá y Fontanals asegura que el gall. rachado vale ‘listado’ (Rom. VI, 74), de lo cual no encuentro confirmación en Valladares, pero quizá se trate ahí de una grafía imperfecta de Milá, que anotaba la pronunciación gallega por primera vez en estas canciones populares. En el Este de Lugo se llaman ࿉ešádas unas habichuelas de color abigarrado (= ¿‘listadas’?), VKR V, 131n.― ↩
11 Así el oc. raissar «zébrer, rayer», ya documentado en la Edad Media, hoy reissà en Mistral (con ej. de un poeta del Var), rouerg. royssà «tracer des bandes», royssál «pli...», raysso «sillon du feu, de la foudre» (Vayssier, Mistral), que ya a Horning (Rom. LI, 594-5n.) se le ocurrió relacionar con el cat. reixa, y que más bien tendrán que ver con el frprov. raisse «portion de vigne en pente, retenue par un mur», ‘franja de terreno’, ‘surco’, ya documentado en el S. XI (Jaberg, VRom. IV, 170-1), y quizá con el saboyano reissà ‘aserrar’ (S. XV, ASNSL CXXIII, 197), que aunque tenga que ver con RESECARE, no puede de todos modos explicarse por este solo. Tampoco basta fonéticamente el RIXARI de Horning, ni satisface un cruce de FASCIA como propone Jaberg. Pero nada de esto se encuentra al Sur de los Pirineos. Por la misma razón no es de creer que haya relación entre rexa y el frprov. reθe, Doubs, Jura röts, rẽs, ‘pesebre’, que se extiende hasta Bélgica, fr. centr. resse ‘canasta’, y que suele explicarse por un *RէSCĔA derivado del grecolat. RISCUS ‘canasta’, por comparación de los travesaños o varitas con que se hacen ambas cosas (Bertoni ARom. II, 65-66; REW 7333); algo de esto quizá haya existido en España, en vista del rexello ‘medida de grano’ que Oelschl. anota en doc. leonés de 1006. De todos modos no basta esta palabra rara para explicar el cambio de r(i)eja en rexa.― ↩
12 El cambio de significado es paralelo al del lat. fístula ‘caña’, ‘lezna’, etc. > romance fístula en el ojo, quizá a base de la idea de ‘conducto’; en árabe puede tratarse de un calco semántico del latín o del griego. En cast., rixa aparece con este sentido ya en Covarr.: «hendedura que se haze en el ángulo del ojo, por donde corre la pituita» (no Oudin, Nebr. ni APal.; copiado por Aut.). En árabe documentan rîša con este sentido Dozy (Suppl. I, 575a) y Simonet (s. v.) en el tunecí Abenlɏazzar († 1004) y el granadino Abenaljatib († 1374). Siendo rîša vieja palabra semítica en su sentido propio, claro está que no hay por qué buscarle un origen latino en la ac. figurada, como quisiera Simonet; por lo demás todas las etimologías que éste sugiere son completamente alejadas por la forma (ragadia, rigo, radius) e imposibles fonéticamente. ↩