REHÉN, del ár. vulgar rahán ‘prenda’ (árabe rahn).

1.ª doc.: S. XIII.

Es ya frecuente en fueros de esta época: «mando que qual quiere que su fijo por sí metiere en rahena en terra de moros et fasta tres annyos non lo redimiere...» Fuero de Teruel, «el conçejo péndrelos por la remçión de las refenes e del empennamiento» Fuero de Alcázar (citas de Tilander, F. de Aragón, pp. 507, 540). También en Fn. Gonz. «por ningunas rrehenes nunca que dar le quisieron» (698c), y en otros muchos textos jurídicos e históricos de la segunda mitad del S. XIII citados por Neuvonen (482-3), donde aparecen la variantes rehenes (ya Partidas), refenes, arrehenas, arrehenes, arrefenes y sólo una vez arrehén en singular. Posteriormente: arrehenes y arrefenes, Gr. Conq. de Ultr., 414, 443; arrehena f. sing, Juan García de Vinuesa en tensó con J. A. de Baena (Canc. n.° 386, v. 5); «vengan las arrefenes de la vuestra parte et yo luego faré venir las de la mía; et mandat luego traer las armas e entremos en el campo» Versión de Alfonso XI del Roman de Troie (RFE III, 146-7). Desde fines de la Edad Media tiende a estabilizarse la forma moderna: «obsides, los que se suelen dar en rehenes para que los tengan honrrosamente porque lo acordado se guarde» APal. 317d, «rehén: obses» Nebr., y V. ejs. clásicos en Aut., etc. Las formas antiguas del tipo arrehenes se explican por aglutinación del artículo arábigo; de un arrehén o l’arrehén vino luego el género femenino la arrehén y de ahí finalmente la terminación de arrehenas (que naturalmente no puede mirarse como una metátesis de arrahenes, según quisiera Neuvonen); a no ser que se trate de un nombre de unidad en -a, ya existente en árabe, lo cual no tengo comprobado, pero seria fácil. Directamente del árabe procede el port. arrefem1; el cat. ant. reenes2, resenes o recenes, quizá se tomara del castellano (según sugerí yo a Steiger, Contrib., 272, n. 1) aunque el problema deberá estudiarse cuidadosamente.

En cuanto al étimo, no puede haber duda de que se trata de la palabra arábiga rahn ‘prenda’, que con este significado general pertenece al árabe clásico y de todas las épocas, incluyendo el de España («ipoteca», «prenda de raízes», «prenda como quiera» PAlc., «pignus» R. Martí), pero en España tomó además el sentido de ‘rehén’ (PAlc., R. Martí). En lo que puede caber duda en rigor es en la explicación del detalle fonético; hallando dificultades en la explicación del mismo, sugirió Nascentes partir del plural arábigo, y le siguieron Tuulio y Neuvonen, partiendo del plural rihân. Es aceptable o al menos defendible la afirmación de Neuvonen de que el resultado fonético de rihân pudo ser rehén en cast. (comp. las pp. 271 y 293 de su libro). Pero en realidad la dificultad fonética que vió Nascentes en partir del singular arábigo es imaginaria, puesto que nos consta que en hispanoárabe el singular era rahán, y no sólo lo sabemos porque así nos lo dicen R. Martí (pp. 497 y 522) y PAlc., sino porque así corresponde a la evolución general de la fonética hispanoárabe (V. el libro de Steiger, y comp. aquí s. v. RINCÓN) 3; si admitimos que se pronunciaba como , lo mismo debemos admitir para . Por otra parte, rihân es un plural arcaico, poco difundido en el árabe de Occidente (sólo documentado en R. Martí, quien sin embargo pone el otro plural ruhûn en primer lugar). El único plural que da PAlc., las tres veces, es arhûn, Bocthor ruhûn, Beaussier ruhûn y arhân. Aun suponiendo que rihân fuese verdaderamente usual en España (y no mera reminiscencia del árabe clásico), si debiésemos partir de este plural esperaríamos encontrar en romance huellas de los otros plurales, más generalizados. En conclusión, no hay por qué apartarse de la etimología tradicional (Dozy, Eguílaz, Steiger), que partía del singular.

1 Arrafeez en los MirSgo. 73.6, con influjo fonético de rahez por el parecido formal.―

2 «La qual, com ensemps ab altres vèrgens fos donada per reens a Porsenan», B. Metge, Somni, ed. Miquel i P., lín. 3122.―

3 PAlc. acentúa unas veces ráhan (s. v. ipoteca y prenda), pero otra vez rahán (s. v. rehén), que de ninguna manera puede tomarse por un plural, pues el plural arhún sigue a continuación. Como he indicado en otras partes (V. mi artículo sobre rincón en BDC XXIV) PAlc. suele vacilar en estos casos entre la pronunciación vulgar y una pronunciación algo más culta (ráhan en este caso).