RECIENTE, del lat. RECENS, -ĔNTIS, ‘nuevo, fresco’, ‘reciente’.

1.ª doc.: Berceo.

Ahí tiene todavía el sentido latino de ‘nuevo, renovado’: «quando esto vidieron los pueblos e las gentes / que salién de su cara tales rayos luzientes, / cantaron otras laudes, otros cantos rezientes, / en laudar la Gloriosa todos eran ardientes» (Mil., 853c), pero también está con el sentido propiamente castellano: «mucho eran más blancas que las nieves reçientes» S. Mill., 437d. Esto es lo usual en todas las épocas: «reziente, cosa fresca: musteus» Nebr. Como se ve por la grafía de este léxico, tenía antiguamente z sonora, y así puede mirarse como voz hereditaria, o al menos semipopular, en cast., valor con el cual se ha conservado sólo en port., fr. ant., rum. y quizá it. V. además Cej., V, § 98.

Junto al adjetivo reciente, aparece desde antiguo el vocablo tratado como adverbio que precede a un participio, especialmente NATUS; y, de acuerdo con la fonética histórica, se trató esta combinación, íntimamente trabada, como un solo grupo fónico, perdiéndose la -E final y luego la T: así ya en Berceo «mostrólis el ifant rezién nado del día» Mil., 569a (lectura de I, asegurada por el metro); sin embargo, cada una de las dos palabras debía conservar cierto grado de individualidad, aunque más no fuese por influjo del adjetivo reziente, y así la Ĕ evolucionó como tónica, diptongándose; no es, pues, extraño que hasta hoy predomine el uso de recién como palabra acentuada, por lo menos en España, si bien aun allí algunos la dicen sin acento (Navarro Tomás, RFE XII, 371)1. Este uso tiene antiquísimas raíces, pues recens natus se encuentra ya en Plauto, Arnobio y glosas, y también es frecuente con otros participios (recens scriptum en Salustio). Ya es más dudoso, y aun improbable, que haya continuidad histórica entre los ejs. esporádicos de construcciones con verbos personales, que se encuentran alguna vez en textos de tinte vulgar (recens venit en el gramático Carisio, recens fecit en los Excerpta Charisii, recens jusserat dudoso en Lactancio, ALLG IX, 353-4), y el uso actual americano recién llegó (Cuervo, Disq., 1950, p. 293), recién estaba yo despierto, etc. (Bello, Gram., y nota de Cuervo, a la misma, n.° 65), recién se estaba acostumbrando a cascar (Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, p. 99). Por lo demás, con adjetivos ya encontramos alguna vez en los clásicos construcciones que anuncian vagamente la americana: «las lágrimas de la recién viuda» en el Lazarillo de Luna (Rivad. III, 127), «cuatro personas de las recién libres» (Cervantes, Persiles I, 7). En el Río de la Plata, y aun en Chile, toma además el valor de ‘hasta... no...’: recién entonces se lo dijo, llegará recién mañana (Ascasubi, S. Vega, v. 293; M. Fierro I, 445, 931; II, 406, 1351, 2405), y aun puede llegar a funcionar como una conjunción o adverbio relativo de tiempo: «recién Ibáñez asumió el control general, los terratenientes se le opusieron en forma abierta» (trad. de MacBride, Chile, su tierra y su gente, por G. Labarca, p. 196).

Reciente sustantivado ha tomado en Andalucía el sentido de ‘levadura’, correspondiente al cat. rent, postverbal de r(e)entar ‘refrescar’.

DERIV.

Recentar [Berceo, Mil., 289c2; «rezentar, hazer reziente: recento», Nebr.], del lat. vg. RECENTARE (REW 7110). Vid. Cej. VIII, § 61; recentadura (recentaúra ‘levadura empleada en poca cantidad’ cespedos., RFE XV, 272). Recentalrez., cosa reziente: recens», Nebr.; ‘cría de la oveja que nace después de la temporada’ cespedos., RFE XV, 279]. Recentín. Recentísimo. Recienzo o recencio salm., extrem. ‘rocío, relente’, ‘niebla húmeda y fría’, ‘airecillo fresco de la mañana’, que puede venir sea del plural neutro latino RECENTIA ‘cosas frescas’, con cambio de género en castellano (como quiere G. de Diego, RFE XV, 232-3), o quizá más bien del verbo *RECENTIARE, que a pesar de las dudas de M-L. (REW 7110.3) es necesario suponer para explicar el fr. rincer y congéneres (como reconocen Bloch-W. y otros muchos).

1 Comp. la forma reducida rezin casado que emplea Nebr. s. v. novio.―

2 Ahí tiene el sentido de ‘purificar’ y aun quizá ya ‘lavar’ como en cat. rentar.