RECAMAR, del it. ricamare íd. y éste del ár. ráqam ‘tejer rayas en un paño’, ‘bordar’.

1.ª doc.: riquamar, 1496; recamar, 1570.

En un invent. arag. de aquella fecha: «otro panyo de riquamar, de brocado, con atoces cárdenos... otro panyo de riquamar, con atoques vermejos sblaýdos» (BRAE VI, 743; mal interpretado por Pottier, VRom. X, 199). Recamar ya está en C. de las Casas (1570): «ricamare: recamar, bordar», «recamar: ricamare», y figura también en Covarr., etc.; Aut.: «bordar de realce», con ejs. desde Saavedra Fajardo (1640). Se nota la ausencia de recamar en los glos. de h. 1400, APal., Nebr., Góngora, Quijote y en las fuentes medievales y clásicas en general; falta incluso en el rico vocabulario inédito de los inventarios toledanos del S. XV que me ha sido facilitado por don A. Castro. Teniendo en cuenta además la forma aragonesa ricamar, se impone admitir que en cast. y en port. no es arabismo directo, sino tomado del it. ricamare, que ya se documenta desde buen princ. del S. XV (Morelli, Bellincioni) y es frecuente en el XVI (Zaccaria y Terlingen no tratan del vocablo). En Italia entraría por Sicilia, con el gran desarrollo del arte suntuario italiano. Son también préstamos del italiano el cat. recamar (el sustantivo recamo, ya en 1565 y 1588) ―probablemente sirvió el catalán de intermediario― y el fr. antic. récamer, frecuente en los SS. XVI y XVII (God.).

El antiguo vocablo hispánico fué otro arabismo derivado de la misma raíz arábiga: margome o morgón ‘recamado’, que Dozy (Gloss., 319-20) documenta en arcaicos docs. españoles, y que figura, p. ej., en uno de Celanova, de 939: «allihaffes 40, vulturinas II, ambas pallias antemanum, tapetes III, almuzalla morgom» (vid. Steiger, Festschrift Jud, p. 633), donde tenemos todavía la frase árabe al-muɊállà al-marqûm ‘alfombra rayada o recamada’; también el verbo derivado margomar Gral. Est. 71b10, así en el texto castellano como en el gallego (aunque Mtz-López lo analiza indebidamente: «era moy mestre em naturas, et emargomar, et em todo lavor de agulla» 104.26, evidentemente se trata de margomar y no em argomar). Se trata, en efecto, de marqûm participio pasivo del verbo ráqam; pero además marqûm se emplea como sustantivo con el valor de ‘bordado, recamo’ (desde Arabia hasta Argelia, vid. Dozy) y con este valor figura en otras de las mencionadas escrituras españolas. De ahí el verbo margomar «plumo», que Nebr. califica de anticuado.

Recamar no procede del hebreo ráqam ‘abigarrar’, ‘entretejer de hilos de color’ (que ya está en los Libros de Moisés), como creían Covarr. y Rönsch (ZRPh. I, 420), sino de la palabra árabe hermana.

DERIV.

Recamo [1612, Sz. de Figueroa, Aut.]. Recamado [1708, Palomino, Aut.]. Recamador.