RATANIA, voz indígena de América, procedente del Perú o del Brasil.

1.ª doc.: 1883, Juan de Arona; Acad. 1884.

Aquél lo da como propio de la Sierra peruana; ésta como «árbol americano» (en realidad es arbusto). Ya Pöppig en la narración alemana de su Viaje por Chile, Perú y cuenca del Amazonas, menciona en 1835 la rataña, como artículo comercial que desde bastantes años había dejado de ser importante. En francés registran ratanhia en 1878 Littré y la Acad., como planta del Perú. Según Friederici (Am. Wb., 542, ampliando su nota de ZFSL LVI, 42) sería la misma planta medicinal de cuyo nombre quichua declara Garcilaso de la Vega (1600) no acordarse; pero aunque así sea no podemos asegurar que fuese este nombre. Como quichua dan rataña Middendorf, y ratanya Lira, definiendo «planta cordillerana, cuya raíz amartajada y hervida con tejidos los tiñe de un color morado»; falta en Gonz. de Holguín (1608 y 1901) y en Fr. Sto. Tomás (1560). Pueden estar en lo cierto Arona y Friederici al decir que viene del quichua, aunque la grafía francesa ratanhia indique procedencia brasileña (nótese que según Fried. y Arona la ratania es propia del interior peruano); en port. ya figura ratanhia en D. Vieira (1870), como planta peruana, pero no en Moraes ni Bluteau; Lima-B. nos informa de que se le llama «ratanhia do Pará», región alejadísima del Perú. Otra variante portuguesa es rataínha. Bien puede ser que estemos ante una voz brasileña y que el primero que la atribuyó al Perú confundiera este país con el Pará.