QUINTAL, del ár. qinƫâr íd., que a su vez parece haberse tomado del lat. CENTENARIUM íd., propiamente ‘que tiene cien (libras)’.
1.ª doc.: Berceo.
Es ya muy frecuente en el S. XIII: Neuvonen, 172; Dozy,
Gloss., 327;
Suppl. II, 413
a. También port.
quintal, cat.
quintar1, oc. ant.
quintal [S. XIII:
ZRPh. XLVII, 435], fr.
quintal [S. XIII], it.
quintale [S. XVI, Zaccaria, forma tomada del iberorromance], it. ant.
cantaro, sardo ant.
cantare [S. XII]
2.
La voz arábiga, que según Freytag ya está en el
?auharí (S. X) y en el Qamûs, parece haberse tomado (por conducto de otra lengua oriental) del lat.
CENTENARIUM, que tiene el mismo sentido en S. Isidoro de Sevilla, y del cual procede el alem.
zentner íd.; vid. Mahn,
Etym.
Untersuch., 126; Simonet, p. lxxv, n. 3; y la bibliografía citada en
FEW II, 691
a. El b. lat.
quintale (o
quintarium), a que se refiere Neuvonen, no tiene gran importancia, pues no consta que se halle antes de 1145: ha de ser latinización de la voz romance. El arg. y chil.
quintal o
quintral, nombre de varios vegetales parásitos
3, nada tiene que ver con el vocablo que estudiamos: procede del araucano (Lenz,
Dicc., 670-1).
DERIV.
Quintalada. Quintaleño. Quintalero.
1 Quintar y la variante antigua quintal, documentados en esta lengua desde el S. XIII (-al, 1249, RLR IV, 250, 252 y passim; -ar, Cost. de Tortosa, ed. Oliver, 390).― ↩
2 Estas dos formas it. y sarda se habrían tomado por conducto del gr. mod. καντάρι, según M. L. Wagner, VRom. IV, 258-9; pero como el paso del qi- arábigo (vulgarmente qe-) al ca- it. puede explicarse directamente, no veo la utilidad de recurrir al supuesto intermedio griego, cuya antigüedad no conocemos, y que bien pudo tomarse del it.; además en un helenismo esperaríamos -nd-.― ↩
3 Garzón; entre otros designa el oídium de la vid, diario Los Andes, l-VII-1941. ↩