PUENTE, del lat. PONS, P֊NTIS, íd.

1.ª doc.: orígenes (doc. de 1043, Oelschl.; Cid, etc.).

De uso general en todas las épocas y común a todos los romances. En todos es masculino como en latín, salvo en cast., en port. y en una área alpina que abarca todos los valles réticos de los Grisones y las vecinas zonas italianas de Livigno, Bormio y Poschiavo (Festschrift Jud, 582; ASNSL CLXXVII, 40)1; el port. se mantiene fiel al f. hasta la actualidad, mientras que en castellano ha predominado el masculino modernamente, salvo algunas hablas occidentales, y en Chile, donde sigue diciéndose la puente cuando se trata de uno pequeño2 (Román; Bello, § 172); el femenino parece ser general en la Edad Media (Cid, Berceo, J. Ruiz; «puente pequeña», Nebr.), lo es todavía en el Quijote («por la puente de Alcántara», La Ilustre Fregona, Cl. C., p. 319) y el mismo género se encuentra en varios pasajes de Lope y otros clásicos; pero ya Góngora y Ruiz de Alarcón lo emplean en los dos géneros, y Aut. cita ejs. del masculino en 1603 y 1625: la primera aparición del masculino en autores como Góngora hace pensar en un influjo latino-italiano, aunque quizá contribuyera el de las hablas castellanas orientales (el cat. pont nunca ha sido femenino). Ast. puente f. ‘cada uno de los tablones que forman el piso del hórreo’ (V).

DERIV.

Puentecilla. Puentezuela o pontezuela (éste es ‘madero que sirve de base al rodezno’ en ast. V, ‘pieza del freno del caballo’ arg.: Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, 120; J. P. Sáenz, La Prensa, 30-VI-1940). Pontáu ‘conjunto de puentes de un hórreo’ ast. (V). Pontazgo [ya estaría en doc. de 1380, BHisp. LVIII, 363; Aut.] o pontaje [ley de 1480, N. Recopil. en Aut.]; pontazguero. Pontana; pontanilla (1075, 1118, Oelschl.). Pontear (pontiase ‘afirmarse sobre las piernas abiertas, para repeler una agresión o hacer otro esfuerzo’ ast. V). Pontón [1146, BHisp. LVIII, 363; doc. de 1210, Oelschl.; «p., puente de madera: ponto» Nebr.], del lat. PONTO, -ĶNIS, ‘barca de paso empleada donde no hay puente’, ‘barca gala de transporte’3; pontonero.

Pontigu asturiano ‘puente estrecho’ (Vigón), quizá; tomado del ast. fronterizo, medio gall., en el cual se dice puntigu, y donde puede venir del lat. PONTէCŬLUS, por vía semiculta: ast. occ. y Babia puntigu; Sajambre empontigada ‘la rama que crece horizontalmente’, -gar ‘acompañar a uno hasta la salida del pueblo’ (Fz. Gonzz., Oseja, 253). Pontigo no es sólo dialectal de Asturias, sino también empleado en Navarra y en Babia (Iribarren; Gn. Álvarez, 323), en ambos lugares con el sentido de ‘puentecillo’, y en la Rioja pontigo y espontigo con el sentido de ‘descansillo de la escalera’ y ‘puentecillo sobre yna acequia’ (Magaña, RDTP IV, 294, 284)4; como hay también gall. pontigo «puentecito o pontón» (empleado en Galicia y en el gallego de Asturias, según Acevedo-F.), podría tratarse realmente de un galleguismo, representante semiculto de PONTէCŬLUS, propagado luego por albañiles gallegos, que salían tradicionalmente de Galicia a trabajar en regiones más orientales5. Es cierto que hay también un Pont de la Pontiga en Sudanell, unos 7 u 8 kms. al S. de Lérida (cruzado por la Acequia de Torres, que riega la partida El Corretjió). Quizás habría que abandonar, pues, la explicación por el gallego y buscar alguna inédita (pues el monstruo latino supuesto por GdDD 5143, *PONTզCUS, es menos que nada). No hay idea que convenza, pues aunque -զCA es sufijo céltico, el céltico está descartado, así por la P- como porque el étimo indoeuropeo del lat. PONS no ha dejado; huellas en céltico. Sí las ha dejado en todas las demás familias indoeuropeas (Pok. IEW 808-9), incluyendo el eslavo común p?tĭ (y aun tal vez el prus. pintis, con vocalismo apofónico, si bien es cierto que no está muy seguro su significado); dificultad morfológica no la habría, dado el tema en -i del baltoeslavo. Pero causa grave escrúpulo idear un étimo sorotáptico para un término de construcción con documentación sólo moderna; y además el sentido del ieur. PONT/P(E)NT- es casi en todas partes ‘camino’ y no ‘puente’ como en latín. Seguimos, pues, a oscuras, y con poca inclinación a apartarnos de lo latino-romance.

CPT.

Ponleví [h. 1630, Vz. de Guevara] o poleví [1680, Aut.], del fr. pont levis, prop. ‘puente levadizo’; gall. poliví, poleví ‘tacón de zapato’ (Sarm.; CaG., p. 115). Pontífice [med. S. XV, P. de Sta. María (C. C. Smith, BHisp. LXI); APal. 106b, 146b, 259d, 371b], tomado de pontĭfex, -ĭcis; pontifical [Berceo]; pontificado; pontificar [Aut.]; pontificio. Pontederiáceo, derivado culto del nombre del botánico italiano Pontedera.

1 Por lo demás, en esta última región no es fenómeno aislado, pues monte ha sido femenino también en el Tesino y partes del Véneto (ARom. V, 288), y véase mi reseña de la It. Gramm. de Rohlfs, en NRFH, 1956.―

2 Tampoco parece del todo olvidado el femenino en el Oeste argentino: una copla recogida en Cuyo empieza «Cuando paso la puente / de calicanto...» (Draghi, Canc., 395; pero el puente ibid. 411).―

3 A pesar de que César, De Bello Civili III, 29, dice categóricamente «pontones, quod est genus navium gallicarum», no parece tratarse de una voz céltica, sino de un derivado latino de pons, cuyo sentido primitivo nos muestra la otra ac. indicada arriba y documentada en Ausonio y Paulo Diácono. No hay razón, por lo tanto, para poner un asterisco al lat. ponto, según hace M-L. (REW 6652). En la ac. ast. ‘cada una de las piezas de madera cuadrada que se utilizan en los pisos para clavar sobre ellas la tabla’ (V), es aumentativo romance del ast. puente arriba citado.―

4 También deformado en puntido ‘meseta de la escalera’, como riojano en la Acad.―

5 En La Lomba (León) nos informan de que allí gallego significa ‘albañil’ en general: «aunque no sea de Galicia, porque antes lo eran todos: tengo los gallegos en casa y voy a ver cómo andan», BRAE XXX, 324.