PRO m., del lat. vg. PRĶDE ‘provecho’, extraído de las palabras del latín clásico PRĶDEST ‘es útil’, PRĶFէCIT íd., cambiadas vulgarmente en PRODE EST, PRODE FACIT.

1.ª doc.: Cid.

Oelschl. cita variante prod en doc. de 1219 («sean sos vierbos baldados e preciados por tiesto frecho que non á en él prod»). Es frecuente y muy vivo en toda la Edad Media: J. Ruiz 887, 920; Castigos de D. Sancho, 133; P. de Alf. XI, 1298; Sem Tob 42; trad. de Gower, Conf. del Amante, 119; «pro: provecho, frugalitas», Nebr. Después se hace arcaico aunque todavía suena en los clásicos en estilo elevado, y aun hoy en ciertas frases especiales. La variante proe la introdujo en Alex. el copista leonés de O, pues es contraria al verso (287c, 715b, 2013d). El género es ora masculino, ora femenino, y ya en la Edad Media: «todo valdrié bien pocco de aver monedado; / asmaron los astrosos ministros del peccado / que iazié el pro todo en la iglesia cerrado» Berceo, Mil., 876d, pero f. en Mil., 74b. Abundantes ejs. de ambos géneros reunieron Pietsch, MLN XXIV, 163-4, y Hanssen, Sobre un Compendio de Gram. Cast. Anteclásica, tir. aparte de AUCh., 1908, pp. 12-13. La forma gallego-portuguesa prol f. ‘provecho, ventaja’ [Ctgs. 36.8 y passim] presenta huellas de la -D etimológica con evolución a -l (cf. port. julgar JUDICARE); gall. ant. e[n] prol e saúde da miña alma a. 1419 (Sarm., CaG. 168r); gall. a prol de ‘en pro de’: «xuicios a prol do caráiter indíxena», «a prol do indixenismo dos deuses fala...» (Castelao 119.15, 119.27) y a veces ‘referente a’: «están divididas as opinions a prol da interpretación de arte» (íd. 115.19).

En latín clásico el étimo de este vocablo no era palabra independiente: hallábase solamente en combinaciones como prodesse y proficere ‘ser útil’, cuyo primer elemento es el mismo de prodire ‘avanzar’, prodigere ‘empujar adelante’, etc.: se trata, pues, de la preposición pro ‘adelante’, también empleada como preverbio, y que podía tomar una ac. figurada de progreso moral o provecho; prod- era variante empleada ante vocal, lo mismo que red- (redigo, redhibeo, redimo, etc.) en lugar de re-. Ahora bien, el lat. vg. tendió a disociar los dos elementos, principalmente en prodesse, cambiándolo en prode esse. Así ya en la Peregrinatio Aetheriae (1.ª mitad S. VI): «tollent surculos et prode illis est» ‘y les da resultado’ (ed. Geyer, p. 49); prode est, prode sunt y esse prode se encuentran en el Dioscórides lombardo del S. VI (RF XIV, i, 627), «prodest: prode est» en CGL V, 137.26, «conducit: prode est, juvat» en CGL IV, 37.45; Nonio (princ. S. IV), tomándolo por lo visto por un adverbio (de ahí cat. prou ‘bastante’), llega a formar un comparativo prodius (Diez, Wb., 257). En otros romances (comp. aquí prohombre) PRODE toma un valor de adjetivo (cat. ant. prous, oc. ant. pros, fr. preux, it. prode); en los mismos y en iberorromance toma el valor de un sustantivo. A todo ello se prestaba la combinación est prode, de donde se partió. Acerca de esta familia romance, V. el completo artículo de W. Förster, ZRPh. XV, 524-8.

DERIV.

Proeza [Alex., 2128dO, prodeza P1; S. XV, Amadís, Aut.]; como en cast. no existe, al menos con carácter independiente, un adj. pro, quizá se tomara del fr. ant. proece (hoy prouesse) o de la forma cat.-oc.

CPT.

Procomún o procomunal [Rim. de Palacio, 285b]. Prohombre [proomne, Berceo, Mil., 111]; es inseguro que se tomara del fr., como se afirma en el REW, 6766.

1 En cuanto a proveza, en el Cid, 1292, y Berceo S. Dom., 39c, ‘provecho, ventaja’, su origen es menos seguro; V. otra explicación en M. P., Cid, 810-1. Pero es probable que sea proeza, atraído semánticamente (en Berceo, no en el Cid) por el verbo provecer. Provencia en Apol., 93a, es variante de providencia y no significa ‘provecho’ como creyó Marden.