PRECES, tomado del lat. prĕces ‘súplicas’, ‘preces’.
1.ª doc.: Berceo.
DERIV.
Plegaria [preg-, Berceo, S. Dom., 543, etc.; Santillana, y en otros autores de los SS. XIV y XV, Cuervo, Obr. Inéd., 229, n. 2; APal. 69d, 110b y d, 238b; Nebr.; pleg-, Canc. de Baena,: p. 189, con -l- por disimilación, ayudada por la tendencia que explica plática], tomado del b. lat. precarĭa íd. (Du C. 3, ed. Niort VI, 483a), de donde también el port. pregárias y cat. pregàries (populares son oc. ant. preguiera, fr. prière, it.: preghiera)1; propiamente es el femenino del adjetivo precarius ‘referente al ruego’, ‘que se obtiene por complacencia’, ‘que se posee sin título’: de donde en forma más culta precario, término jurídico [1677, Pinel, Aut.], ‘de poca estabilidad’ [Acad. ya 1843]; precarista. Precación antic. (APal. 328d), tomado de precatio, -onis, derivado de precari ‘rogar, suplicar’, y éste de preces. Deprecar [med. S. XVII, Gracián, Aut.], de deprecari ‘apartar con súplicas’, ‘interceder por alguien’, ‘suplicar instantemente’; deprecación; deprecante; deprecativo [h. 1550, Azpilcueta, Aut.]; deprecatorio. Imprecar [Acad. S. XIX], de imprecari ‘desear, invocar’ (por lo común en mala parte); imprecación [1543, Asno de Oro (Nougué, BHisp. LXVIII); princ. S. XVII, Aut.]; imprecatorio. Proco [princ. S. XVII; muy raro a no ser en el sentido religioso], del lat. prŏcus ‘pretendiente de una mujer’ (voz afín a preces). Procaz [Aut.], de procax, -ācis, ‘que pide desvergonzadamente’, ‘impudente’; procacidad [1543, Asno de Oro (Nougué, BHisp. LXVIII); Aut.].
1 El verbo pregar ‘rogar’, tan vivo en otros romances, no puede decirse propiamente que haya existido en castellano. Conozco un solo ej. en doc. riojano de 1206 (M. P., D. L., 83.5), donde quizá no es más que un romanceamiento ocasional de la voz latina. En la 1.ª Crón. Gral. (399b1) significa ‘clavar’, pero es homónimo procedente de PLICARE. En gallego pregar ‘rogar’, aunque menos vivaz que en catalán y galorrománico, no es desusado: «prégovos que os tomedes por certos», «eu prégo-che que non te fagas cacique» (Castelao 192.23, 190.14). ↩