POZO, del lat. PŬTĔUS ‘hoyo’, ‘pozo’.

1.ª doc.: orígenes del idioma (doc. de 938 en Oelschl.).

De uso general en todas las épocas ―literariamente desde Berceo― y común a todos los romances. Además de la ac. común, en América y en Santander puede significar ‘charca’ (Toro G., BRAE VII, 625). Tenía -z- sonora en lo antiguo.

DERIV.

Poza1 [doc. de 947 y otros en Oelschl.; ej. del S. XIV en Aut.; ‘hoyo abierto para plantar un árbol’ ast. (V); ‘sitio del fondo del mar, entre rocas, donde es más profundo, dicho también poceta’ cub. (Ca., 195)]; poceta cub. (en dicha ac. y también ‘bache lleno de agua’, Ca., 77), poceteado ‘placer con pozas o pocetas’ cub. (Ca., 195). Pozal [‘el conducto o mina por donde se baja al pozo’, S. XIV, Libro de los Gatos, Rivad. LI, 546; otras acs., Aut.]; pozalero. Pozanco; pozancón ‘jagüel, especie de cisterna’ en Mendoza, arg. Pozuelo; pozuela. Pocero. Empozar (Berceo, Loor. 225; Quijote, II, 22, f° 88v; -arse ‘llenarse de pozos un terreno’ cub., Ca., 228). Para POCILLO y su sinónimo pozuelo, V. artículo aparte.

1 Bozadera «poza, cisterna, aljibe» en el vco. vizc. de Marquina, y en tres pueblos del centro de Guipúzcoa (Azkue), si bien no veo clara la génesis de -dera.