POSTÍN, del gitano postín ‘piel, pellejo’, y éste del hindustani pōstīn ‘piel de aforro o de abrigo’ (pōst ‘piel’), probablemente tomando las pieles como símbolo de la elegancia.
1.ª doc.: 1897, Javier de Burgos.
Toro Gisbert, RH XLIX, 556: «postín: presunción (Besses); también en Murcia (Sevilla)» y cita además ej. de Arturo Reyes en el sentido de «buena apostura». El gitano español postí(n) vale «pellejo, piel, cuero» y «lustre, brillo, importancia, aderezo postizo»; gitano alemán postin ‘amado, querido’, y en los demás dialectos gitanos ‘piel de persona o de animal’, ‘piel de aforro’, Miklosich, Denkschriften der Wiener Akad. XXVII, 50. Indicó la etimología M. L. Wagner (VKR III, 115) proponiendo como explicación semántica la indicada arriba y al mismo tiempo lo lustroso y brillante de la piel. V. ahora abundante documentación y consideraciones sobre la voz castellana en Clavería, Est. Git., 259-63. Que pōst (y pōstīn) son viejas palabras indoiranias no cabe duda: aquélla es también persa moderna, pelví y sogdiana pōst ‘cuero’, y ya en persa antiguo pavastā (Benveniste, BSL XLVII, 1951, 40-49; P. G. Kent, Old Persian 1953, 130; Oranski, Vvedenie v Iransk. Filol. 132, 200).
DERIV.
Postinero.