PINZÓN, ‘Fringilla coelebs’, voz común a muchas lenguas romances (fr. pinson, it. pincione, cat. pinsà, etc.), célticas, germánicas, eslavas y otras; tendría en latín vulgar la forma *PզNCIO, -ĶNIS, y hubo de formarse con la onomatopeya pink, imitativa del canto de este pájaro.

1.ª doc.: pinchón, 1607, Oudin («un pinson, oyseau»); «pinzón: páxaro del tamaño de un gorrión, pintado de varios colores y de canto poco sonoro», Aut.

El pinzón es ave poco notada en la tradición literaria; no es, pues, extraño que lo haya buscado en vano en las fuentes medievales y clásicas. Variantes aragonesas: Bielsa, Embún, Panticosa, Torla, Loarre pinchán (o pinchón en Loarre), Ansó y Aineto pinzán (BDC XXIV, 177; RLiR XI, 46-47); formas que se dan la mano con el cat. y bearn. pinsà (variante pinzà en Arán, en Cardos y en la Marina de Alicante, prinsà en Alcoy), prov. pinsan, langued. pinsar, rouerg. pinsarat. Más semejantes a la forma cast. son el fr. pinson, y el it. pincione. Fuera del romance tenemos el alem. fink, a. alem. ant. finco, neerl. vink, ingl. finch (ags. finc), que suponen una base pre-germánica *PINKJ(AN); galés pinc, bret. pint; eslov. pinka y otras formas eslavas (la de Veglia pinkuz ‘gorrión’, parece ser un *PINCȢCEU del substrato romance: Skok, ZRPh. LIV, 209); magiar pinc. Para estas varias denominaciones, vid. Schuchardt, ZRPh. XV, 113.

Es vano empeñarse en buscar un punto de partida único a todas estas formas, pues si la palabra germánica hubiera pasado al romance tendría f- y no p-, y una razón análoga se opone a que las formas germanas se tomaran del romance; las célticas no pueden ser muy antiguas, pues habrían perdido su p-1. Por otra parte, hay formas de un tipo algo distinto, como Vendée pinguié; el escand. spink (> ingl. spink), gr. σπίƔƔος, it. dial. spincione; y otras con otra consonante inicial: langued. quinsart, frprov. quinson, piam. (s)k(w)insun; sin hablar de otras ya muy diferentes, y claramente onomatopéyicas: alto-bretón pinpin, norm. quin-quin, port. tentilha y tentilhão. Está claro que todo esto, incluyendo la denominación castellana, ha de ser de creación imitativa, aunque la fecha de la onomatopeya *PզNCIONE pueda remontarse hasta el latín vulgar; así lo reconocieron ya M-L., Kluge, Sainéan (Sources Indig. II, 45), etc. El canto del pinzón es, en efecto, característico, y puede imitarse con una sílaba pink- o pit-; comp. el cat. pitejar ‘cantar el pinzón’ («piteja lo pinsà, canta l’alosa...» en Verdaguer, Canigó I, 88; Ag.; otras imitaciones numerosas de ese canto en dicho diccionario, s. v. pinsà, y en el pasaje citado de Sainéan).

1 Tampoco cabe admitir que celta y romance resulten de una mezcla del germ. fink con el otro tipo germ. spink, como quiere Thurneysen, Keltorom., 73-74; ni que del inglés pasara al galés, según supone M-L. (REW 6509a).