PIJOTA, ‘pescadilla’, probablemente derivado de pija ‘miembro viril’ (que a su vez viene de la onomatopeya piš del ruido de la micción).
1.ª doc.: VI pixotas siccas, doc. leonés de 1184 (M. P., Oríg., 313).
Ahora bien, en toda la costa de lengua catalana se llaman pixota varios peces no muy diferentes de la pescada: las varias especies de Ophidium (barbatum, Vassali, etc.), Fierasfer y Cepola (Carus II, 580; Fabra); las dos primeras pertenecen a la familia de los ofidieos, muy próxima a los gadoideos (a que pertenece la merluza), dentro del grupo de los anacantinos. El significado de pixota, como variante de pixa ‘miembro viril’, es inequívoco en catalán, y así se comprende bien la terminación -ota, más pudibunda que despectiva en tal caso; que éste es verdaderamente el sentido lo indica además la denominación siciliana del mismo pez: pinna (Carus), voz que en Calabria (Rohlfs II, 464), y sin duda alguna en Sicilia, significa ‘pene’3. Apoya sobre todo este punto de vista el hecho de que el vocalismo pix- sea constante en castellano desde el S. XII; también en Portugal hallamos pissota hacia 1255 y en 1258; y aunque también hay peissota en 1218, peixota en 1209, 1225, 1253 y en las Inquirições de 1258 (CortesƟo ; Viterbo; Moraes), es natural que en portugués interviniera pronto el influjo de peixe, no sólo por etimología popular, sino además por razones de pudor; lo cual no era tan fácil en Castilla, donde PISCIS tiene la forma pez. La diferencia semántica tan ligera entre el cat. pixota y la voz cast.-port., no debe inquietarnos, pues en Calabria llaman también pinna a una especie de bacalao (Rohlfs), gadoideo semejante a la merluza.
En cuanto a pija, sigue empleándose en muchas regiones de lengua castellana4, aunque callen púdicamente los diccionarios; y es voz tan antigua como el idioma: un Petrus Iohannes llamado humorísticamente Pixa Feliz, firma un doc. leonés de 1199 (Staaff, 5.3); figura en el Canc. de Baena (f° 35r°b); emplea pixa y pixo el glos. del Escorial (h. 1400); el primero, APal. (361b) y Nebr. («penis»), etc.; mozár. pušûla de rey ‘orquídea’ (explicado «pene de jefe» por el anónimo de h. 1100, M. Asín Palacios, pp. xli y 238). En las cantigas gallego-portuguesas sale la forma pissa muchas veces (R. Lapa, CEsc., p. ej. 146.4, 225.42, 52, 384 passim, el hipocorístico pissuça en 232.14) y por lo menos en una aparece pixa (225.7). En algunas partes, la desaparición del sonido š en cast., con la consiguiente pérdida del carácter onomatopéyico del vocablo, hizo que se tratara de conservar, aunque imperfectamente, la fricación palatal, diciendo picha: así en Murcia, y en el Alto Aragón (V. de Vio, VKR X, 244); en otras partes se dice pichona (V. de Vio, etc.), y aun pichón (Yucatán: R. Duarte), y se podría creer que sea propiamente el nombre del palomino (comp. uccello en it.), como cree M. L. Wagner, RFE XI, 278-9; pero más bien creo que esto es una etimología popular; en Vio, en efecto, se dice pichar para ‘mear’ y pichallo ‘orinal’, alteraciones evidentes del tipo cat. pixar [S. XIII, Lulio, Meravelles, N. Cl. IV, 33], it. pisciare, oc. pissar, fr. pisser ‘mear’.
Que éste es una creación onomatopéyica (y no *PISTIARE ‘apisonar’ como supuso Nigra) está fuera de dudas después de las investigaciones de Schuchardt (ZRPh. XXIX, 340-2; Wiener Sitzungsber. CCII, iv, 19) y Salvioni (KJRPh. VIII, 143). El verbo no existe en castellano, pero esto no sería razón suficiente para creer que pija sea un catalanismo, siendo tan antiguo y popular: se trata de una denominación onomatopéyica que en castellano abortó como verbo, pero cuajó en el lenguaje popular como sustantivo, gracias a su valor eufemístico inicial.
Cintra (Ling. de... Castelo Rodrigo, 341-2 n.) aporta numerosas y elocuentes confirmaciones a mi etimología.
DERIV.
De pija: pijote ‘cañón largo y sin recámara, cargado de balas de fusil, para impedir los abordajes’ [Aut.]. Pijotero alav. ‘fastidioso, quisquilloso, cargante’, and., cub., arg. ‘cicatero, mezquino’ (amer. general según Toro G., BRAE IX, 537; Acad. 1936, sin localizar); pijotería ‘menudencia, friolera’ [D. Sarmiento, Facundo, ed. Losada, p. 167; ‘dicho o pretensión desagradable’, Acad. ya 1925]; pijotear ‘economizar, escasear’ colomb., arg. (Cuervo, Ap.7, p. 600; Tiscornia, M. Fierro coment., s. v.).
CPT.
El infantil hacer un pipí es desde luego formación reduplicada de esta raíz; Careta, Dicc. de Barbrismes (1901) asegura que en su tiempo había niños de familias catalanas de lenguaje puro que decían fer un pix-pix; aunque yo ya no lo he oído nunca, y es posible que pipí en boca de niños catalanes no sea castellanismo sino formación infantil abreviada, esto daría a entender que en castellano pipí pueda ser en parte pronunciación andaluzada, extremeña, etc. (aunque favorecida por la tendencia infantil a reducir padre a pa-pa y análogos).
1 Según Simonet de ahí vendría el ár. afric. šûƫa ‘merluza’ (Selauí, Beaussier). Es probable porque poxóta debió ser pronunciado *bušûƫa por los africanos, que tomarían bu- por la frecuente voz prefijada (‘padre de...’, ‘el de...’), y así lo eliminarían.― ↩
2 Es lo que se lee ya en una cantiga del gallego Pero da Ponte, algo anterior a 1250, R. Lapa, CEsc. 346.7, 13, 21. El publicador sugiere que signifique ‘pescado’ en general, pero la oposición con salmón (de los versos 15, 19, 23) exige que se trate de un género de pez concreto. Lo que no me parece descartado por el contexto es que haya aquí también alusión erótica.― ↩
3 Probablemente aluden a lo mismo otras denominaciones italianas como cicella (Nápoles) y cucuzza (Reggio, Mesina), es decir, ‘cabecita’; quizá también la provenzal calignaire, propiamente ‘amante’, y la catalana inflaconys; puedo ahorrarme explicar lo que esto significa y sugiere.― ↩
4 Me dice J. Giner que pijo es propio de la Mancha (prov. Albacete) y Sur de Cuenca, mientras que en Cuenca se dice chorra. En realidad creo yo que ambos coexisten en muchas partes, como en Andalucía, donde los he oído en una misma localidad. ↩