PESEBRE, del lat. PRAESPE ‘establo’, ‘pesebre’.

1.ª doc.: Berceo.

Está en Loores, 27, texto del cual no tenemos edición fidedigna. Quizá la forma empleada por Berceo fuese más cercana a la latina: presebre (con repercusión de la líquida) se halla en los Libros de Astronomía de Alfonso X (I, p. 133); de ahí luego, por disimilación, el moderno pesebre, que ya leemos en J. Ruiz y Juan Manuel, así como en APal. (380d), Nebr. («pesebre o pesebrera: praesepium»), en todas partes con -s- sencilla; hoy pezéri con sonora en Extremadura (Espinosa, Arc. Dial. 176). Cej. IX, § 199. Se conservó también en portugués y gallego, donde preseve y perseve se encuentran desde el S. XIII en las Cantigas de Alf. X 1.31, etc. (RL XIII, 363-4, con más documentación gallegoportuguesa); gall. ant. presébeles, Gral. Est. gall. 235.27, quizá de *presebles con repercusión y luego anaptixis, cf. peselbe, -elbre, preselbe en varias hablas leonesas y asturianas (Fz. Gonzz., Oseja, 327); el área de este vocablo latino continúa en el Bearne y los Altos-Pirineos, presey, presep (BhZRPh. LXXXV, § 213), y luego se interrumpe, de suerte que hoy es ajeno al catalán1, y a casi todo el occitano y francés, mas vuelve a aparecer en lombardo, emiliano y retorrománico; seguramente, como explicó Jud (ZRPh. XXXVIII, 68-69), porque en fecha preliteraria el germ. KRIPJA (fr. crèche, cat. grípia) cubrió un estrato anterior de PRAESEPE en la zona intermedia.

Para pesebre en el sentido de ‘belén’, vid. Cuervo, Ap.7 p. 467; y A. Rosenblat, en el libro Buenas y Malas Palabras, y en el folleto Temas Navideños, Caracas 1973, pp. 35-41; se emplea con este sentido, además del dominio catalán, en alguna zona de Aragón, Navarra y quizá alguna más en España, y por otra parte en vastas regiones de América del Sur (desde el O. de Venezuela y toda Colombia hasta las tierras del Plata y parte de Chile). Contra el origen portugués admitido por Rosenblat, está la grave objeción de que en portugués esto se dice presépio y no pesebre (allí en esta acepción es italianismo directo). El hecho de que en España las figuras del belén fueran introducidas por artistas valencianos (S. XVIII) y luego murcianos (según documenta el propio Rosenblat) puede indicar más bien que en la España oriental y en América se introdujo desde Valencia (en ese sentido quizá tenga razón Cuervo al creerlo de origen «catalán»).

El raro presepio es cultismo, tomado de la variante lat. praesepium.

DERIV.

Pesebrejo ‘pesebre pequeño’, ‘vacuo en que están encajados los dientes del caballo’2. Pesebrera [Nebr.]. Pesebrón.

1 Sin embargo el val. pesebre (con -s- sonora) significa ‘pesebre’ en el sentido propio (cat. menjadora, grípia) y parece sea mozarabismo autóctono. En el resto del dominio es sólo ‘belén’, se pronuncia pessebre con sorda, y puede ser castellanismo o más bien (por razones geográficas, dado que no es castellano en esta acepción) tomado del valenciano «apitxat».―

2 ¿Vendrá de una forma portuguesa equivalente, y en parte en forma castellana, el port. persevejo, trasm. persevelho (RL XIII, 122) ‘chinche’, gall. percevella íd. (Sarm., copla 1082; CaG. 91r, 129r; aunque algún dicc. reciente da percebello m. como también gallego, ib. p. 228), animal que debe abundar en estos lugares? (comp. el gall. ant. perseve ‘pesebre’); otra etimología, propuesta por Spitzer, AILC I, presenta graves dificultades.