PEINE, del lat. PĔCTEN, -էNIS, íd.

1.ª doc.: J. Ruiz, 396c, S.

De uso general en todas las épocas y común a todos los romances. El ms. G de J. Ruiz trae la interesante forma peynde: al pasar el masc. lat. PĔCTէNEM a *peitne, en unas partes se produjo una trasposición (normal en el grupo dn > nd) dando peinde, mientras que la solución normal fué la simplificación del grupo consonántico en peine. En el verbo la trasposición estuvo más extendida, pues leemos pendar por ‘peinar’ no sólo en Alex., 161, 444, Lucas Fernández, p. 721, y otros textos leoneses, sino también en el poeta Carvajales del Canc. de Stúñiga (p. 365), en églogas del S. XVI citadas en RFE V, 40, etc. Sin síncopa de la postónica; el cat. pinte (pinta) (con propagación nasal *PENCTEN), oc. ant. penche, port. pente; en gallego coexiste esta forma pente (Irm. Fal., Carré, Eladio Rdz.) con peite que continúa el normal PECTEN; éste es el que registran Sarm. (CaG. 58v, 63v, 66v), Vall. y demás; en fin, de peite (< -e) por metátesis, sale pieite (Lugrís, Carré). El verbo es oc. penchenar, cat. pentinar, port. pentear y gall. peitear (Sarm.)2.

Acs. secundarias y fraseología: ‘instrumento a modo de rastro, que usan los carboneros para limpiar el horno’ cub. (Ca., 72); ‘mal sujeto’ chil. («era la hez de los gañanes... piénsese en la calidad de estos peines y en sus honrosos antecedentes», G. Maturana, D. P. Garuya, p. 262); hablar muy sobre peine ‘altivamente’, como frase vulgar (por las peinetas altas con que realzan su presencia las chulas), Quevedo, Cuento de Cuentos, Cl. C. IV, 182.

DERIV.

Peina o peineta [Acad. S. XIX; Ca., 178, documenta en Cuba fin S. XVIII]; peinetero. Peinazo [1633, Lz. de Arenas, p. 25]. Peinero; peinería.

Pendejo ‘pelo del pubis’ [hacia 1400, glosario del Escorial; «pendejo: pecten, pubes», Nebrija; ejs. del S. XVI en la ed. de los glos. de Castro, p. 274], ‘estúpido, mal sujeto’ (para la extensión de esta ac. BDHA IV, 64), del lat. *PECTէNէCŬLUS (de donde vienen también port. pentelho, cat. pentenill, oc. penchenilh, fr. pénil, olvidados en REW 6331), diminutivo de PECTEN en el sentido de ‘pelo del pubis’3 (procedente del sentido de ‘mechón de pelo’ que tenía este vocablo en las lenguas indoeur., comp. gr. πέκος, a. alem. ant. fahs íd., lat. pexus ‘cabelludo’); del simple latino procede el cast. empeine ‘pendejo, pelo del pubis’ [1581, Fragoso, Aut.; APal., Nebr., Oudin, Covarr., etc.] y el sardo péttene íd.

Peinar [Conde Luc.; para la variante pendar V. arriba], de PECTէNARE íd., común a todas las épocas y todos los romances; peinado4; peinada; peinador; peinadura; despeinar [Nebr.]; repeinar ‘limpiar el horno con el peine’ cub. (Ca., 72); traspeinar. Cultismo: pectíneo.

CPT.

Pectiniforme.

1 Es innecesario e inadmisible suponer una metátesis latina *PECNITARE como quisiera G. de Diego, BRAE VII, 257.―

2 «Ben afeitado e ben peiteado» Castelao 174.24; con sentido figurado peitearse ‘confluir’: onde se peitean as augas de entrambos rios íd. 295.9.―

3 Así en el Dioscórides italiano del S. VI, RF XIV, i, 624, pero también en textos más antiguos. Para el tratamiento fonético en castellano, comp. arriba peynde y pendar.―

4 Fig. ‘liso’: «rocas... peinadas y que las bate el mar», Miguel de Castro (1593-1611), RFE XII, 68.