PEDIR, del lat. PĔTĔRE ‘dirigirse hacia un lugar’, ‘aspirar a algo’, ‘pedir’.
1.ª doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.).
DERIV.
Pedido ant. ‘petición, súplica en general’ [Alex., 318, 1115, 1431; Rim. de Palacio, 1323], ac. conservada en la Arg. y otras partes de América; en España restringida a la ac. comercial; del lat. postclásico PETզTUS, -ȢS, íd. (ejs. de S. Cipriano y de Lucífero en ALLG III, 27). Pedidor. Pedidura. Pediente ant. Pedigüeño [«petulcus es regalado y pedigüeño» APal. 360d; «p.: petax», Nebr.], Sajambre peguñar ‘pedir’ (Fz. Gonzz., Oseja, 323), en port. pedigonho (pero pedigolho en Bento Pereira, S. XVII): palabra de formación singular, puede suponerse fuese primitivamente *pediondo, *pedigondo (de un lat. vg. *PETէBŬNDUS, tipo de formación frecuentísimo), que por cambio de sufijo pasaría a pedigón (Quevedo)2, o pidión (colomb., Sundheim), o pidón (Acad.) o a un arcaico pedigoño, que en castellano evolucionaría luego, según es regular, hasta pedigüeño; sin embargo, quizá hubo imitación mal hecha de la terminación de halagüeño, de sentido afín (pero nótese que tal modelo no existe en portugués, donde se dice fagueiro)3. Pedimiento ant. [Nebr. o pedimento for., o petimiento (sic), 1322, BHisp. LVIII, 362. Pidientero.
Cultismos. Petición [2° cuarto del S. XV, Pz. Guzmán (C. C. Smith, BHisp. LXI); fin S. XVI, Aut.; pedition, 1206, M. P., D. L. 266.43]; peticionario; petitorio; petitoria. Petulante [princ. S. XVII; ya en Góngora y Acad. 1780; no Covarr., Fcha. ni C. de las Casas] del lat. petulans, -tis, propiamente ‘impetuoso’, partiendo de la idea básica de petere ‘dirigirse a un lugar’; petulancia [Aut., Acad. 1780, no Góngora].
Apetecer [h. 1580, Fr. L. de León, Cuervo, Dicc. I, 535], del lat. appetere íd. El ast. occ. adevecer, dev-, «alampar, desear con avidez una cosa, principalmente de comer o beber» (Acev.-F.) será metátesis de *avedecer (provocada por el influjo de desear); *avedecer es alteración de apetecer por influjo de avidez; desde luego no hay relación directa con el lat. arcaico avēre ‘desear’, contra lo supuesto por GdDD 821a. Apetecible [Lope; Cuervo, Dicc. I, 535b], raramente apetible; apetecedor; apetencia; apetito [S. XIII, Bocados de Oro; luego no vuelve a aparecer hasta el S. XV, Cuervo, Dicc. I, 535-6], de appetītus, -ūs, íd.; apetite [h. 1600, Píc. Justina, Cervantes, etc.], port. apetite ‘apetito’, probablemente tomados del fr. apetite; apetitivo; apetitoso.
Competir [S. XV, Gómez Manrique, Cuervo, Diccionario de Construcción y R. II, 265-8] o competer [Nebr.; Cuervo, 264-5] duplicados tomados del lat. compĕtĕre ‘ir al encuentro una cosa de otra’, ‘responder, estar de acuerdo con’, ‘corresponder, ser adecuado, pertenecer’, ‘pedir en competencia’; la diferencia entre los dos verbos se estableció sólo en castellano (ya Nebr.: «-er, pertenescer: competit, impers.; -ir con otro de igualdad: competo»), y no desde el principio, pues Cuervo cita tres ejs. de competir ‘competer’ en textos del S. XV y otros antiguos; competente [princ. S. XV, Canc. de Baena; Cuervo, Dicc. II, 263-4]; competencia [fin S. XVI, Fr. L. de León, Fr. L. de Granada, Hurtado de Mza.: Cuervo, Dicc. II, 261-3]4; competición ant. (Nebr.); competidor [1454, Arévalo (Nougué, BHisp. LXVI); Nebr.].
Ímpetu [mediado el S. XV, J. Tallante (C. C. Smith, BHisp. LXI); Nebr.], de ĭmpĕtus, -ūs, ‘acción de dirigirse hacia algo’; impetuoso [2.° cuarto S. XV, Pz. de Guzmán, Santillana (C. C. Smith, BHisp. LXI); Nebr.], impetuosidad. Perpetuo [APal. 357b; 1323, BHisp. LVIII, 362; h. 1575, A. de Morales; perpetualmientre 1249, M. P., D. L., 98.9], de perpĕtŭus ‘continuo, sin interrupción’, ‘que dura siempre’ (derivado de petere ‘dirigirse’ con el matiz intensivo propio de per-); perpetuidad; perpetuar [Mena, Yl. (C. C. Smith, BHisp. LXI)], perpetuación.
Repetir [Covarr., término escolástico; ejs. de la ac. general, sólo desde Solís, fin S. XVII], de repĕtĕre ‘volver a dirigirse a, o volver a traer algo’, ‘reanudar, repetir’, ‘volver a pedir’; repetición; repetidor; repitiente. Peripecia [Acad. ya 1843], tomado del gr. περιπέτεια ‘mudanza súbita’, derivado de περιπετƲς ‘consistente en una vuelta brusca’, derivado de πίπτειν ‘caer’ (pariente del lat. petere ‘dirigirse hacia’) con el prefijo περι- ‘entorno’.
1 En efecto no hay huellas del vocablo ni en la lengua antigua. Aquí, sin embargo, es probable que las haya del derivado petŭlans, -tis, y en un sentido más cercano al que tiene en romance el verbo primitivo que en el moral o traslaticio de ‘petulante’, único que presenta éste en su forma culta. No sólo el participio activo pidolant ‘pedigüeño’ sino (todavía más usado) el descendiente de un infinitivo desusado *petŭlare, a saber pidolar ‘pedir como pedigüeño o quejumbrosamente, pedigüeñear’: ha de ser palabra ya antigua, pues es común a todos los dialectos y regiones de la lengua (aunque el DAlcM. no da autoridades anteriores al S. XIX). Sin embargo como la i no se explicaría en catalán, fonética ni morfológicamente (cf. cat. ret = cast. rinde; percep = percibe; rep = recibe, etc.), se puede suponer que es debida a una fuerte contaminación del parónimo y cuasi-sinónimo piular ‘piar (una ave), emitir voces algo quejumbrosas (una persona), chistar’. Por lo demás no hay otro descendiente hereditario de petulans, -lare, ni siquiera en lengua de Oc ni en otros romances hispánicos, pero es concebible que sé mantuviera aisladamente, y con carácter afectivo, un representante de esta familia en las zonas de contacto entre el área romance de PETERE y la de su sustituto vulgar DEMANDARE. Desecho como improbable por razón semántica el llegar ahí desde el lat. opĭtŭlari ‘socorrer, prestar servicio, ayudar en tal o cual sentido’.― ↩
2 «Porque me han dejado dormir los embestidores y pedigones, y ofrezco firmemente de no dar, ni prestar ni prometer...», Cartas del Caballero de la Tenaza, Cl. C., p. 71; ast. pigañón (Vigón) < *pe(d)igoñón.― ↩
3 Claro está que el caso de halagüeño es diferente del de ped-igüeño, pues allí sólo tenemos sufijo -ueño, como en risueño, etc. Cornu, GGr. I, §§ 24, 121, extrañando también esta formación, propone partir de un peticus «qui amat petere alienum» que aparece en el Liber Glossarum (España, S. VIII; CGL V, 233.8), pero esta forma aislada no debe de ser más que una errata por peticius íd., muy frecuente en glosas (CGL IV, 377.1, 142.18; V, 319.68, 384.58, 607.35), entre otras en las glosas isidorianas, de igual procedencia que el Liber Glossarum.― ↩
4 Alguna vez en el italiano de princ. S. XVI, por influjo lusitano, lo que prueba que ya existía entonces, por lo menos en portugués (Zaccaria). ↩