PAVOR, del lat. PAVOR, -ĶRIS, íd.

1.ª doc.: Cid.

Es frecuente en el período arcaico: Berceo; Sta. M. Egipc., 387; Apol.; J. Ruiz, etc.; paor, Alex., 543, 2078; después queda anticuado, aunque lo conserva hasta hoy el idioma escrito, en calidad de término literario; aunque frecuente en el Siglo de Oro, tiene entonces este carácter (y quizá ya en APal. 149b, 166d, 279d, 346d, 347b; Nebr.). Como la expresión normal en castellano y portugués ha sido siempre miedo, y teniendo en cuenta que los demás romances, ajenos al área de METUS, han eliminado la -V- intervocálica de PAVOR, cabe sospechar que en español sea semicultismo, pero el tono de los ejs. antiguos es popular; en Berceo se halla, además, con cambio de sufijo, pavura, comp. it. paùra; pavura [Aut.] ha vuelto a emplearse modernamente alguna vez, por italianismo.

DERIV.

Pavoroso [h. 950, Glosas Emilianenses]. Despavorir, -ido [h. 1580, A. de Morales], raros espavorir [-ido, h. 1280, Gral. Est., 297b4], empavorecer; judesp. espavorecer [1553, BRAE IV, 634].

Cultismos. Pávido, del lat. pavĭdus; impávido [med. S. XVII], abusivamente se emplea en América del Sur y por algunos españoles en el sentido de ‘fresco, descarado’ (BRAE VII, 624) y aun ‘inmóvil’ (Guiraldes, D. Segundo Sombra, ed. Espasa, 25, 27); impavidez; expavecer (raro). Pavimento [Nebr. «p. de casa: pavimentum»], tomado de pavimĕntum íd., derivado de pavire ‘golpear el suelo’, ‘aplanar’ (de la misma raíz que pavor); pavimentar, pavimentación.