PARCO, tomado del lat. parcus íd., derivado de parcĕre ‘ahorrar’, ‘tener miramientos con alguien’.

1.ª doc.: 1644, Mañero; ej. suelto en Santillana (C. C. Smith, BHisp. LXI).

Aut. trae otros ejs. poco posteriores; pero falta todavía en APal., Nebr., Covarr., Oudin, y es ajeno al léxico de Góngora y del Quijote. Hoy sigue siendo voz muy literaria.

DERIV.

Parcísimo. Parquedad [1.ª mitad del S. XVII, Herrera Maldonado]; antes parcidad. Parsimonia [h. 1640, Saavedra Fajardo, Aut.], de parsimonĭa ‘economía, sobriedad’; parsimonioso. De PARCĔRE se tomó en la lengua arcaica parcir ‘perdonar’ (Berceo, S. Mill., 391; Alex., 119, 1695, 2508), en relación con la conservación de pàrcer ‘perdonar’ en oc. ant., parcir en cat. arcaico (Hom. de Organyà, 7r, 3-4), parkatu en vasco (vizc., sul., ronc., salac.); parce; parco m.