PARANGONAR, tomado del it. paragonare ‘si meter el oro a la prueba de la piedra de toque’, ‘comparar’, y éste del gr. παρακονĘν ‘aguzar, afilar (frotando con algo)’, derivado de ęκóνƓ ‘piedra de afilar, piedra pómez’.
Falta todavía en APal., Nebr., Covarr., Percivale; sólo Oudin registra ya
paragon «paragon ou parangon, semblance, comparaison»,
paragonar «paragonner, acomparer», con variante
parangón. Este sustantivo derivado ya figura en Torres Naharro (1517) (V. el índice de la ed. Gillet), en
G.
de Alfarache (1599), y el verbo
parangonar lo señala
Aut. en autores de med. S. XVII. No hay que partir del sustantivo, como hacen Terlingen (90-91), Bloch, M-L. (
REW 6226), etc., puesto que éste no tiene modelo en griego, y con el verbo se explica mejor el cambio de significado; correctamente en Migliorini. Para someter el oro a prueba se le frota contra una piedra dura, como lo es la pómez. En italiano el vocablo es bastante más antiguo que en castellano, puesto que
parangone ya se halla en Boccaccio, mientras que C. de las Casas en 1570, al traducir el it.
paragone al castellano se servía de palabras diferentes «prueva, experiencia; piedra toque; ygualdad; semejança»,
paragonare «provar, experimentar», mostrando así que todavía no se consideraba voz española. La primera
n de
parangonar es propagación de la segunda, por lo demás
parangone se halla también en italiano, p. ej. en el Tasso. Del italiano proceden igualmente el port.
paragão y el fr.
parangon [S. XV]
1.