PAMPA, del quich. pámpa ‘llanura’.
1.ª doc.: 1640, A. Alonso Barba, Arte de los Metales: «Las pampas o llanadas de Oruro»; 1644, en el chileno Alonso de Ovalle.
Lenz, Dicc. 553-4; Friederici, Am. Wb., 472. Pampa es palabra de uso popular, y arraigada en la toponimia, en el Río de la Plata, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador. No sólo se aplica a la gran llanura argentina, sino también a los pequeños llanos y mesetas, a veces algo accidentados, que se encuentran en medio de las regiones montañosas de los Andes. Para las variantes -bamba, -pamba y aun quizá -ampa, en que el vocablo aparece en la toponimia, vid. Deletang, Misceláneas Toponímicas (publ. del Inst. de Investig. Hist., B. Aires, n.° 58), pp. 83-108. Acs. secundarias son, entre otras, ‘indio araucano de la Argentina’ (así ya en Ovalle), ‘raza de toros y vacas tipo Hereford’ (en este o análogo sentido habla ya de las pampas que deben pasar al reino de Chile el jesuíta cuyano anónimo de fines del S. XVIII, Draghi, Fuente Americana, p. 138; comp. Camino, Nuevas Chacayaleras, p. 121), ‘color o pelaje de caballo’ (Granada, BRAE VIII, 194; A. Alonso, El Probl. de la L. en Amer., p. 171), etc.
DERIV.
Empamparse ‘perderse en una pampa’. Pampeano. Pampear. Pampero. Pampino chil. Pampo ‘extendido, plano (hablando del terreno)’ chil.