PALANGRE, ‘cordel del cual penden a trechos unos ramales con anzuelos en sus extremos, y que se cala en parajes de mucho fondo donde no se puede pescar con redes’, del cat. palangre, tomado del it. merid. palàngrisi, palàncastro (y otras variantes), y éste del gr. πολυάƔκιστρον íd., compuesto de πολύς ‘mucho’ y ıƔκιστρον ‘anzuelo’.
1.ª doc.: 1793, Sáñez Reguart; Acad. 1899 o 1914.
Se impone dar la razón a Rohlfs, quien dejó sentado como étimo el gr. πολυάƔκιστρον, documentado en Aristóteles como nombre de un cordel de pescar con varios anzuelos. De ahí salen directamente las formas calabresas de Cosenza y Catanzaro, pues es sabido que la O pretónica se convierte normalmente en a en las hablas del Sur de Italia (canato COGNATUS, canoscere COGNOSCERE, agliare OLEARIUM, etc.)1; se comprende también la simplificación en palàngrisi, palàngrese, a causa de la anomalía que constituyen en romance los esdrújulos con sílaba penúltima cerrada, y probablemente se explicará igual el it. palàngaro, con sus ulteriores alteraciones paràngalo, parangàl. etc.; del it. merid. palangrese procederá directamente la forma cat. y oc. palangres, que tomada por un plural había de cambiarse en palangre; pero la a de la primera sílaba indica que estas formas catalana y occitana no pudieron tomarse directamente del griego, aunque sí pudieron venir en fecha muy antigua del romance y aun quizá del griego de la Magna Grecia (palangrisia se lee en Tarento ya en el S. XV). Por razones semánticas, y sobre todo en atención a las formas del Sur de Italia, debe rechazarse la etimología de Schuchardt (BDC XI, 110; aceptada REW 6185b) gr. πάναƔρον ‘especie de red para coger toda clast de pescado’.
Claro está que tampoco se trata de un derivado de palanca, como supone Sainéan, Sources Indig II, 184.
DERIV.
Palangrero.
1 Para otros ejs. del mismo fenómeno en términos náuticos propagados después por toda la Romania, vid. Homen. a Rubió i Lluch III, 294 y quizá 288. ↩