OTOÑO, del lat. AUTŬMNUS íd.
1.ª doc.: h. 1275, 1.ª Crón. Gral., 29b40; 1288, Libro del Acedrex, 350.20; J. Ruiz.
DERIV.
Otoñal [Terr.; Acad. ya 1817] o autumnal; otoñizo. Otoñar [Nebr.]. Otoñada ‘espacio de tiempo que dura el otoño’ [1464, Mingo Revulgo; Nebr.; Fr. L. de Granada, en Cej.], ast. «la segunda cría de hierba verde que dan los prados, que se pasta de noviembre a enero», también toñada «la yerba que producen los prados tras la siega de verano» (R), comp. Orense outono íd. (Cuad. Est. Gall. III, 429); de ahí seguramente el cast. retoñar ‘volver a echar vastagos lo que ya había brotado por primera vez’ [1596, J. de Torres, Cej. VI, p. 249; 1604, Fr. N. Bravo, Aut.; Oudin; Covarr.] o retoñecer [«r. los árboles: regermino», Nebr.; PAlc.; Boscán, Fcha.; C. de las Casas; Percivale], con su derivado retoño [«r. de árbol: regerminatio» Nebr.], según indicó C. Michaëlis, RL XI, 50-51, V. también Krüger, NRFH IV, 399; comp. ast. toñil «especie de nido de yerba en que los muchachos ponen a madurar la fruta aún no sazonada» [en otoño], R, port. ant. outono «as novidades e colheitas de trigo, cevada e centeio» (Viterbo), beirƟo y duriense outono «cereais que se semeiam no outono» (RL XI, 201; XXVI, 121-2)2.
1 Otro ej. de atumno en Vicente Burgos, S. XV; la forma intermedia autoño en 1537 (DHist.).― ↩
2 Del cast. se tomaría el port. de Tras os Montes y del Minho retonhar «rebentar a árvore» (RL I, 217; Fig.). El ast. retueyu «los crecimientos de les plantes» (R, Supl.) parece resultar de un cruce de retoño con fueya ‘hoja’, o más bien un masculino fueyu (FOLIUM) o un derivado esfueyu, de esfoyar ‘deshojar las panojas’. No son aceptables las demás etimologías de retoñar: el galés tun ‘lo que perfora o penetra’, en el cual pensaba Diez (Wb., 483), en realidad no existe (Thurneysen, Keltorom., 871; del lat. TŬMէDUS ‘hinchado’ aceptado por el propio Diez y por Körting, habría resultado *retondar o *retumiar. El parecido con el cat. tany ‘vastago nuevo que sale del tronco de un árbol’, arag. tano ‘nudo en la madera’, oc. tan, es realmente notable, pero los diferencia la vocal tónica, y será semejanza casual (para estas voces V. el artículo que les dedico en Mélanges M. Roques, 1952, IV, 27 ss.). ↩