OSTUGO, ‘pizca’, empleado en frases negativas, del lat. vg. FESTȢCUM ‘brizna’ (lat. FESTȢCA).
1.ª doc.: 1588, J. de la Cueva.
Los diccionarios recogieron tarde este vocablo raro, que no figura en la lexicografía clásica, y cuando lo incorporan a su léxico los académicos de Aut., dan muestras evidentes de inseguridad, al definirlo vagamente «vestigio, señal o parte oculta».
Desde luego ello no autoriza a admitir la etimología vasca de Larramendi, ostukia ‘cosa hurtada’ (que por lo demás es palabra supuesta, derivada de ostu ‘robar’). No hay por qué discutir las demás etimologías, indefendibles todas, que menciona Rz. Marín. La verdadera la encontró Spitzer (RIEV XVIII, 635; REW 3628) en un artículo que, por desgracia, no puedo consultar directamente: lat. vg. FESTȢCUM ‘brizna’, variante de FESTUCA, documentada en la Ítala, en Juvenco y en glosas. Juan de la Cueva conserva todavía la h- etimológica; no hay dificultad alguna, ni siquiera casi nada que observar. Lo único algo notable es la o-, pero no sería extraño que ya antes de la alteración de la F- se hubiera pronunciado localmente *FOSTȢCU por uno de los casos sumamente comunes de dilación vacálica; la labialización en este caso, por lo demás, se debería no sólo a la U siguiente, sino también a la F- inicial. Por otra parte es posible, aunque no necesario, que en algunas partes de España el vocablo sufriera el influjo del vasco osto ‘hoja’, tanto más cuanto que la variante ostro de este vocablo, además de ‘hoja’, significa ‘rastrojo’, ‘tallo del trigo’, o sea precisamente lo mismo que FESTUCA. Otro representante hispánico de este último vocablo es el and. pestuga ‘fusta para avivar el caballo’, ‘varita’ (con ej. del arag. Oliván en Pagés), con p- en lugar de f- por ultracorrección de la tendencia arábiga al cambio opuesto.